Las autoridades de Irán permitieron hoy el ingreso a las mujeres, por primera vez en casi cuatro décadas, al estadio de fútbol Azadí de Teherán, donde se transmitió en pantalla gigante el encuentro entre su seleccionado y España, por el Mundial de Rusia.

El veto a que las iraníes presencien partidos masculinos se impuso poco después de la Revolución Islámica de 1979 y hoy, casi 40 años después, se terminó con esta restricción social, de las más conservadoras contra las mujeres.


La idea era transmitir el encuentro entre Irán y Marruecos de la primera fecha del Grupo B del Mundial para todo tipo de público en el estadio el viernes pasado, pero el permiso necesario del Consejo Provincial de Teherán no llegó a tiempo. Después de la victoria del seleccionado en el debut, una multitud de jóvenes, entre quienes predominaban las mujeres, salieron por las calles de Teherán para celebrarlo como si hubieran ganado la Copa.

Hoy, las puertas del estadio se abrieron un par de horas antes del inicio del encuentro y por primera vez mujeres y hombres vieron juntos fútbol en el Azadí.

La diputada iraní Tayebe Siavoshí, defensora del derecho de las mujeres a acudir a los estadios, declaró: "espero que esta iniciativa sea el comienzo de una mayor apertura para que las familias puedan ver en el estadio Azadí los partidos de fútbol en vivo".