NIZHNI NÓVGROROD.- Cuando Lionel Messi y compañía pisen por primera vez el estadio de Nizhni Nóvgorod, escenario del decisivo choque de mañana ante Croacia, descubrirán con sorpresa que Argentina jugará “de local” ese partido. El moderno estadio construido para el Mundial está diseñado casi exclusivamente en los tonos de Argentina: escaleras blancas, paredes celestes, butacas que alternan ambos colores, cubierta y franjas laterales que repiten una y otra vez la bandera argentina.

Por supuesto que la elección cromática no responde a ninguna preferencia por el equipo de Jorge Sampaoli, sino a otro tipo de homenaje: a la naturaleza de Nizhni Nóvgorod, situada en la confluencia de los imponentes río Volga y Oka. “El diseño del estadio está inspirado en dos características naturales de la región del Volga: el agua y el viento”, señala la FIFA. La misma inspiración explica su característica fachada ondulante y semitransparente... e inevitablemente “albiceleste”.

El estadio se sitúa junto al río Oka en una zona con vistas privilegiadas a puntos emblemáticos de la ciudad, como la catedral de Alexander Nevsky o el Kremlin de Nizhni Nóvgorod, su principal atractivo histórico y turístico.

Cuando acabe el Mundial de Rusia 2018 se convertirá en sede del FC Olympiets de Nizhni Nóvgorod. Habrá que ver si, antes de eso, suma en su joven historia alguna genialidad de Messi o la dolorosa caída final de Argentina entre sus propios colores.

Argentina llega con mucha exigencia al choque de mañana ante Croacia tras empatar 1-1 en su debut mundialista ante Islandia. Los croatas, en cambio, vencieron 2-0 a Nigeria, la otra integrante del Grupo D. (DPA)