A varios de los comensales, el almuerzo les cayó pesado. Al punto que muchos ni siquiera degustaron el postre y, apenas los dos anfitriones abandonaron el salón, se fueron por detrás y en silencio con destino a sus respectivos pueblos.

El gobernador, Juan Manzur, y el vice, Osvaldo Jaldo, reunieron ayer a 92 de los 93 delegados comunales de la provincia en un salón del parque 9 de Julio. El único ausente fue, justamente, el único que no había sido invitado: Reinaldo Navarro, comisionado de El Puestito electo en 2015 por el opositor Acuerdo para el Bicentenario.

El resto de los responsables institucionales de las localidades del interior se ubicó en mesas redondas, todas estratégicamente ubicadas hacia la mesa principal, en la que además de la fórmula gubermantal se sentó el ministro del Interior, Miguel Acevedo. Entre empanadas y cortes de asado criollo, los discursos se fueron sucediendo. Aunque en ningún momento nadie hizo mención explícita a 2019, la sensación es que el convite y el mensaje fue netamente electoral. En eso coincidieron al menos cuatro delegados rurales que participaron del almuerzo.

Lealtad y peronismo

Luego de una introducción a cargo del ministro Acevedo, el primero en tomar la palabra fue el vicegobernador.

Jaldo apostó a un mensaje de unidad, les recordó a los delegados y funcionarios presentes que la situación de la Nación es difícil y que eso se traslada a la provincia. Según los relatos, el tranqueño los instó a estar cerca de la gente más vulnerable y a pensar en el presente y en el futuro.

Luego, dedicó algunos minutos a lo político-partidario. Testigos precisaron que convocó a todos los comisionados a trabajar unidos y a recordar el esfuerzo que hicieron en 2015 para quedarse con la Gobernación y que, en consecuencia, no estaban dispuestos a resignarlo porque no había dos caminos, “sino uno solo bajo la conducción de Manzur”. “Con Juan Manzur tenemos la responsabilidad de unir al peronismo”, dijo en otro tramo el vicegobernador, y se refirió al valor de la lealtad en el Partido Justicialista. Refiriéndose a ese atributo, cerró con una frase sugestiva: “mi lealtad es hacia Juan Manzur y lo voy a apoyar en todo lo que decida”.

Paredes que hablan

Si el discurso de Jaldo sorprendió a varios de los delegados comunales presentes, muchos de los cuales mantienen una excelente relación con el senador y ex gobernador José Alperovich, las palabras del gobernador terminaron por enmudecer al salón de La Rural.

Manzur planteó lo que minutos antes había dicho ante los medios, respecto de la difícil situación económica del país. Aclaró a los funcionarios que no habrá recortes pero que se avecinan tiempos “difíciles” y que deben estar en contacto permanente con los vecinos.

Recordó que al Gobierno nacional ya le ganaron en dos ocasiones en Tucumán, en 2015 y en 2017; pidió un aplauso para su compañero de fórmula y le agradeció que se haya candidateado en 2017 para diputado, banca a la que luego renunció. Palabras más, palabras menos, reconoció que además del triunfo en las urnas frente a Cambiemos la postulación de Jaldo garantizó la gobernabilidad y que “todos estén aquí sentados”.

Ante los gritos desde las mesas, pidiendo por la fórmula Manzur-Jaldo para 2019, el gobernador sólo sonrió. Sin embargo, según los comensales consultados, dejó un mensaje contundente. Aseguran que dijo que, en adelante, cuando visite un pueblo, quiere ver pintadas con la leyenda “Manzur-Jaldo” en cada pared.