BUENOS AIRES.- El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, aseguró en su homilía ante el presidente, Mauricio Macri, que los cambios sociales y culturales “trascienden a los gobiernos” , pidió “desconfiar de los logros instantáneos”, y precisó que “el egoísmo de los ricos ante el sufrimiento de los pobres no pasa inadvertida para Dios”, durante el tedeum por el 208 aniversario de la Revolución de Mayo, en la que reiteró el rechazo de la Iglesia a la legalización del aborto, cuyo debate impulsó el jefe de Estado.

“Los cambios sociales y culturales se dan en procesos que demandan tiempo, que nos trascienden, se extienden más allá de los períodos de un gobierno y hasta superan a generaciones. Debemos desconfiar de los logros instantáneos y de las recetas prometeicas”, afirmó Poli en la breve homilía en la Catedral Metropolitana, ante la mirada atenta del mandatario, de su esposa, Juliana Awada, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gabinete en pleno.

El cardenal ratificó además el rechazo de la Iglesia a la legalización del aborto, al decir que “la defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara y apasionada”. En un mensaje en el que abogó por mantener la fe y tras asegurar que Dios padre “acompaña el camino tanto en los momentos de gloria como en los tiempos de crisis y de desencuentros entre los argentinos”, Poli llamó a “no dejar a Dios al margen” de nuestras “decisiones” y a no “confiar solo en nuestra capacidad y nuestras estrategias”:

Al respecto, afirmó que “si algo hemos aprendido de nuestro derrotero, es que debemos acostumbrarnos a decir que si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 o 20 años se verán los frutos’” y abogó por “perseverar unidos en los objetivos por el bien común”.

“Mientras dura ese proceso, el primer deber del Estado es cuidar la vida de sus habitantes, especialmente de los débiles, los pequeños, los pobres y marginados, los enfermos y los ancianos abandonados”, porque “cuidar la vida de punta a punta de la existencia es querer ser Nación”, subrayó el cardenal.

“En la Argentina bicentenaria no sobra nadie, todos somos necesarios e importantes, por lo que ninguna persona debe ser excluida de la fiesta de la vida, hasta el más humilde y olvidado de la Patria profunda”, resaltó Poli en el Tedeum que comenzó después de las 10. En otro de los pasajes de su homilía, titulada “Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia”, el cardenal volvió a enfatizar en la postura contraria de la Iglesia a la despenalización del aborto. “El magisterio del Papa Francisco, del cual soy indigno sucesor en esta cátedra, nos anima a la defensa del inocente que no ha nacido, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada”, indicó. “Honrando los gestos de grandeza de los padres de la Patria, decimos que vale toda vida y, ante el bello don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, apostamos decididamente a que vivan las dos. Para Dios no hay excluidos”, destacó el arzobispo.

Desde la primera fila, Macri escuchó el mensaje de Poli y siguió la plegaria que se pronunció luego para pedir que “donde haya odio, pongamos amor; donde hay ofensa, pongamos perdón...”.

Poli remarcó que “Dios está nombrado en el preámbulo de la Constitución, pero nos olvidamos de que además existe, y que está siempre dispuesto a escucharnos cuando lo invocamos y a protegernos cuando lo necesitamos”.

Sin embargo, subrayó, “pareciera que lo dejamos al margen de las decisiones y confiamos sólo en nuestra capacidad, en las estrategias, en las ecuaciones, sin que dominemos todas las variables”. En ese sentido, el cardenal pidió “afirmarse en nuestra corta experiencia” y “tener en cuenta la memoria histórica del país que también tiene algo que enseñarnos en las horas de prueba”.

Las actividades

La jornada comenzó a las 9 en Casa de Gobierno, donde el Presidente compartió un chocolate caliente con invitados. Luego caminó desde la explanada de la Casa Rosada hacia la Catedral Catedral Metropolitana. Allí arribó a las 10, después de recorrer a pie, por la avenida Rivadavia, el trayecto que la separa de la Casa Rosada, junto con su esposa, la vicepresidenta, Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y todo su gabinete.

Entre otros integrantes del gabinete, se vio en la Catedral a los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda), Juan José Aranguren (Energía), Patricia Bullrich (Seguridad), Pablo Avelluto (Cultura), Jorge Triaca (Trabajo), y Andrés Ibarra (Modernización). También a Emilio Monzó (presidente de la Cámara de Diputados) y a Federico Pinedo (presidente provisional del Senado.

Luego de la misa, el jefe de Gabinete calificó como “palabras muy sabias” las pronunciadas por el cardenal Poli en el Tedeum, que el Gobierno “toma en cuenta” para “trabajar juntos los argentinos por una Patria por más igualdad, con libertad y con paz”, (Télam).