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• Hoy a las 23 en Recórcholis (avenida Aconquija 1.493, Yerba Buena).

Pasaron las décadas y los gobiernos de diferentes signos, pero ellos siguen. Los Rancheros debutaron a comienzos de los 90 y después de casi 30 años siguen produciendo, saltando de un escenario a otro, de ciudad en ciudad, de un avión a un ómnibus. Esa ruta los trae nuevamente a Tucumán esta noche. Nadie sabe exactamente cuántos éxitos tienen acumulan, pero está claro que no son pocos y que resultan sinónimo tanto de fiesta como de romances.

LA GACETA se comunicó con Julián Meza y él le pasó la pelota a otro interlocutor: “pará, pará, te paso con Meno Fernández”. En tono alegre, el cantante y líder de la banda afirma: “hay que vivir con música porque ella siempre nos va a unir”.

La reflexión durante la entrevista telefónica da cuenta de una posición especial respecto al valor que le da a las melodías, los tonos y las armonías. Riqui González y Miguel Gabanelli completan los integrantes fijos de Los Rancheros. De chico, Meno (devenido en vocero del grupo) admiraba a Los Beatles y a The Doors y disfrutaba del folclore.

- Muchos años, mucho éxito…

- Tenemos 27 años, ya estamos llegando a los 30 de carrera; estamos muy felices y nos da una alegría inmensa sobrevivir de lo que uno ha decidido hacer. Vivir de la música y del arte no es un tema fácil, sobre todo cuando pasa el tiempo, porque uno puede hacer un hit y estar cinco años, pero nosotros hemos metido hitazos que quedaron grabados en el ADN de la gente. Es como un video de la vida de muchos, y siento gran felicidad de que eso suceda.

- ¿Qué se siente cuando muchas parejas se han enamorado con algunas de sus canciones?

- Es buenísimo que la música motive a encuentros y al amor, pero también al desamor, obviamente, porque hablamos de él. Además tocamos temas planteando problemáticas sociales, con pensamientos más profundos sobre la violencia de género y la ecología. El abanico de Los Rancheros es muy amplio.

- Después de tantos años habrá una división del trabajo. A vos, ¿qué te toca en particular? ¿Quién compone?

- Tengo la suerte de escribir las canciones y llevarlas al grupo. Después, con Julián, Riqui y Miguel comenzamos el trabajo; Miguel les da un toque a las canciones, cambios armónicos, y las pule. Julián y Riqui son la base sólida y le encuentran los ritmos… Así nos manejamos y nos dividimos el trabajo. Caigo con mi guitarra, algunos temas quedan y otros no. Las letras surgen porque soy autor y compositor y es casi mi naturaleza, porque es parte de mi vida naturalmente, no es como un trabajo. No tengo canciones preferidas, pero hay temas que quedaron muy prendidos en la gente y en mí, como “Casualidad” y “El Che y los Rolling Stones”.

- En medio de este mundo tan complicado, ¿todavía sirve hablar de amor? ¿A qué le cantan?

- Siempre garpa hablar del amor, sobre todo en un mundo tan convulsionado como este, cuando el amor pasa a veces a un segundo plano. Ahora más que nunca; pero cuando digo garpa no hablo del dinero, sino en el concepto de concientizar y de volver un poco a las raíces de la hermanadad, la amistad y el amor, que es irrompible en el fondo. El amor siempre triunfa, tanto en una película de ciencia ficción como en la misma realidad. Les cantamos a las vivencias, a la vida, a la tierra, a la luna, a todo lo que le cantan los poetas, son pensamientos positivos en un mundo mejor que está en decadencia. Pero cantarle al amor es lo que vale.

- ¿Por qué creen que efectivamente el público se prende con sus temas?

- El público se prende a estas canciones porque se identifica con ellas; encuentra en la simpleza y en la forma de los temas una emotividad que le llega al corazón, aunque es muy difícil llegar a la gente con las emociones. Los Rancheros encontraron una conexión de corazón a corazón con letras reales, letras sencillas, pensamientos populares, pero cargados de emoción. Vivir en armonía y compartir la vida junto a la música que siempre nos va a unir y no a desunir.