Este es el momento para que el grupo saque a relucir su personalidad. La derrota frente a Brown de Adrogué, que le impidió alcanzar el ascenso directo, significó un duro golpe anímico para un plantel que se había ilusionado con festejar la vuelta a la máxima categoría del fútbol argentino luego de 10 temporadas.

Pero como el fútbol da la posibilidad de revancha rápidamente, esta tarde, ante Villa Dálmine, San Martín empezará a desandar el camino en el Reducido de la B Nacional, que todos anhelan le reporte un lugar en la próxima Superliga.

En los días previo a este cotejo, el plantel tuvo tiempo para analizar lo ocurrido en Adrogué. Entre todos buscaron darse ánimo y convencerse que sólo perdieron una oportunidad importante, pero ahora tendrán revancha. “Desde el primer momento sabíamos que el rival que nos había tocado en la última fecha era el más complicado. Regresamos muy golpeados porque luego de analizar los otros resultados nos dimos cuenta de lo cerca que estuvimos de alcanzar el objetivo”, señaló Ignacio Arce, la figura del “Santo” ante Brown de Adrogué.

“Nacho” no se olvida de que durante gran parte del torneo, a San Martín le tocó remar desde atrás. “Esto impidió afirmarnos en la cima. Cuando logramos ser punteros, fue en forma transitoria. Como sabemos que esto es fútbol, aunque abrigábamos la esperanza de lograr el ascenso directo, nunca dejamos de considerar la posibilidad de conseguir esa meta por el camino más largo. Lo bueno es que accedimos a esta instancia con ventaja hasta las finales”, recordó.

A modo de autocrítica, Arce reconoció que les está costando una enormidad entrar concentrados a jugar los partidos. “Tenemos pendiente la deuda de no dar tantas ventajas en los primeros minutos de los partidos. A este nivel de competencia, cuando existe una paridad manifiesta entre los equipos participantes, es imperdonable entrar desconcentrados a jugar los cotejos. Sabemos que ahora no tendremos margen para el error. Cualquier descuido nos dejará con las manos vacías”, dijo.

Ser inteligentes

El arquero estimó que Villa Dálmine buscará aprovechar hasta la mínima distracción del “Santo”. “Allí tendremos que demostrar que somos inteligentes y no darles motivos para que nos sorprendan”, indicó.

Ante la pregunta sobre cómo piensa que se puede desarrollar el partido, contestó: “aunque a priori ellos saben que les sirve un solo resultado -ganar-, no creo que salga a atacar desde el primer minuto del partido. Me inclino a pensar en que nos esperarán en su campo. Cuando tengan la pelota tratarán de aprovechar la altura de Jorge Córdoba y la velocidad de Pablo Burzio para sorprendernos. Ellos también conocen muy bien nuestro juego. Será clave no dejarles espacios para que nos sorprendan por esas vías”, indicó.

PUNTO DE VISTA I

El “Santo” deberá jugar al 100 % el partido mental
Por Marcelo Androetto

Alguna vez le preguntaron a Daniel Gould -una eminencia en el campo de la psicología del deporte-, cuál era a su criterio la incidencia de los aspectos técnicos, físicos, tácticos y mentales en el éxito deportivo. Respondió que del 100% cada uno de ellos.

Ante Villa Dálmine, tras el golpazo en Adrogué, San Martín necesita más que nunca jugar al 100% el “partido mental”. Lo ideal sería contar con un psicólogo deportivo que venga trabajando con el plantel, así como lo hacen el entrenador, el preparador físico, el kinesiólogo, etcétera.

Como esto no es así, bajo la influencia positiva de los líderes (el técnico, el capitán e, incluso, el presidente o el vice), se deberán optimizar los recursos mentales, a nivel individual y colectivo.

Esto implica manejar correctamente las cinco variables del rendimiento deportivo en el aspecto psíquico: motivación, confianza, concentración, control de presiones y cohesión grupal.

Con estos ingredientes presentes, la receta de San Martín tiene más chances de volver a ser exitosa.

PUNTO DE VISTA II

Deben dar rápidamente vuelta la página

Por Jacinto Eusebio Roldán

Uno, que transcurrió toda una vida respirando fútbol y palpitando todo lo que significa San Martín, se había ilusionado con la posibilidad de conseguir el ascenso directo. No voy a negar que no poder alcanzar ese objetivo significó un golpe duro para el hincha; pero desde el miércoles todos nos propusimos dar vuelta la página, y ahora pensar exclusivamente en el partido de esta tarde.

Conociendo al plantel, por verlo todos los días entrenar en el complejo, no me cabe duda de que realizaron una profunda autocrítica. Lo que pasó el lunes pasado en Adrogué tiene que servir como experiencia; y ahora, a poner todas las fichas en este cotejo decisivo.

Sabemos que hay dos resultados que nos permiten clasificar a las semifinales, pero sería importantísimo lograr un triunfo. Esto nos daría el ánimo suficiente para encarar lo que resta del Reducido con una motivación especial.

En esta parte de la temporada el equipo mostró una notable mejoría en su rendimiento. Eso hizo que se consiguiera el envión necesario para estar en la lucha por el segundo ascenso. Le tengo mucha confianza al equipo. Vamos por el ascenso.