Un radar con fotomulta fue instalado -y ya funciona- en la avenida Benjamín Aráoz al 900, frente al Centro Prebisch de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). El artefacto mide en el acto la velocidad de los vehículos que surcan dicha arterial en el sentido este/oeste, según informó la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

Las autoridades anunciaron que próximamente se instalará otro radar, en el mismo sector pero en el otro sentido, para medir ambos lados de la Benjamín Aráoz. El límite permitido por Ley es de 60 kilómetros por hora (menos en la Mate de Luna, que por decreto se permite circular a 70 km en uno de los carriles).

El artefacto se instaló luego de que el 1 de marzo de este año un motociclista se diera a la fuga luego de atropellar y matar a Elías Welbourn, ingresante de la carrera de Comunicación de la UNT. Estudiantes y autoridades de la facultad de Filosofía y Letras de la UNT le habían exigido al municipio medidas para controlar el tránsito en la avenida.


Enrique Romero, subsecretario de Tránsito y Transporte Operativo, indicó que las fotomultas son enviadas al Sistema Nacional de Administración de Infracciones (Sinai) y al Tribunal de Faltas de la Capital, que luego notifica la infracción por exceso de velocidad al dueño del vehículo. “Esto se complementará también con radares móviles que próximamente estarán circulando por la ciudad”, agregó el funcionario.

En anteriores operativos de Tránsito, que tenían como centro a los radares que generaban fotomultas, especialistas evaluaron su legalidad. Por ejemplo, en marzo de 2017 Alfredo Linares, abogado asesor de la Defensoría del Pueblo, asesor de municipalidades y comunas, y abogado especialista en Seguridad Vial, detalló a LA GACETA que para que sean legales las fotomultas, los cinemómetros deben cumplir con ciertas especificaciones: estar homologados y verificados por el Instituto de Tecnología Industrial (INTI); deben ser puestos en funcionamiento por autoridades competentes (como el Estado Provincial o Municipal); y seguir el mismo proceso que impone la Ley Nacional de Tránsito 24449, a la cual la Provincia está adherida por Ley 6836 y San Miguel de Tucumán, por ordenanza 4545/12. Sobre esto último, especificó que el inspector debe, primero, identificarse, poner en conocimiento el área en donde trabaja y detallar la razón de la infracción que, segundos o minutos antes, captó. “No sirve que sólo dispare la foto”, advirtió.

Sin embargo, en otra publicación de nuestro diario referida al mismo tema, Marcos Alzabé, presidente del Tribunal de Faltas Municipal, sostuvo que si bien la ley nacional establece una cosa, al procedimiento del sistema de fotomulta lo fija el artículo 39 bis del Código de Faltas municipal. Y ese artículo no prevé que el inspector notifique al infractor, confirmó.

Ley Nacional de Tránsito

En la norma nacional 24.449, a la cual tanto la Provincia como el municipio capitalino están adheridos, se especifica en el artículo 51 que en zonas urbanas, la velocidad máxima debe ser de 40 km/h en calles y de 60 km/h en avenidas. Mientras que cerca de establecimientos escolares, deportivos y de gran afluencia de personas la velocidad precautoria no debe ser mayor a 20 km/h.

Antecedentes

El 15 de julio de 2014 la Municipalidad puso en práctica un sistema de fotomultas, monitorizado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Funcionaron cuatro cinemómetros móviles para detectar las infracciones de tránsito. Dos de ellos iban a bordo de motos de la Municipalidad y los otros dos, en un vehículo color naranja de la UTN. Los radares se mantuvieron en funcionamiento menos de un año.