El domingo pasado, Atlético dejó pasar la chance de sacarse una espina. Ganarle a Newell’s es algo que -con el empate agónico de Joaquín Varela- aún no sabe qué significa y la “Lepra” se suma a una lista de equipos que siempre complicaron al “Decano”: Gimnasia de Jujuy en su momento, Atlético de Rafaela y últimamente Lanús con quien perdió los últimos cuatro partidos que jugaron. Este fin de semana, la espina de la que podrá desprenderse no está asociada a un equipo sino a una ciudad: La Plata.

Cuando el viernes, a las 19, visite al “Lobo” estará jugando en un lugar donde debutó en 1973 y apenas lleva dos victorias, contando a su rival de turno y a Estudiantes, otro equipo con el que suele complicársele.

En total, entre torneos nacionales, el viejo Nacional B, la B Nacional y Primera, Atlético jugó 11 partidos en La Plata y solo pudo conseguir esos dos triunfos. El último fue en 1976, por el torneo Nacional, justamente ante Gimnasia.

En El Bosque, los últimos partidos de Atlético allí fueron tan extraños como diferentes entre sí. El más próximo en el tiempo fue por la B Nacional, en 2013. Claro que jugaron la temporada pasada pero lo hicieron en el Monumental y en un torneo a una sola rueda.

En ese duelo de 2013, el resultado fue 0-0 y fue jugado con la mente puesta en un acontecimiento histórico para Atlético: el último clásico oficial contra San Martín. En realidad, se jugó días después de ese choque pero las consecuencias del histórico triunfo se hicieron notar. En 2011, tras el descenso de Gimnasia de Primera a B Nacional, el equipo de Jorge Solari levantó un 0-2 para igualar y lo perdió sobre el final.

Por último, en 2010, en la despedida de Primera de Atlético, el “Decano” volvió a remontar pero esta vez un 0-3 en contra para terminar el partido 3-3.

“En La Plata queremos seguir sumando porque nuestra prioridad es el torneo”, dice Gervasio Núñez, como si fuera fácil.

Atlético intentará algo más que sumar: sacarse la espina en La Plata, una ciudad que le es esquiva desde hace tiempo.