La rivalidad entre el inglés Lewis Hamilton y el alemán Sebastian Vettel tuvo un nuevo capítulo en la edición 2018 del GP de Australia, competencia que abrió el 69º Mundial de la F-1. Como sucedió en 2017, Vettel se fue con una sonrisa en el rostro del “Albert Park” de Melbourne, aunque no comenzó el domingo como gran favorito a lograr la victoria.

El primer round entre ambos llegó luego de las pruebas de clasificación del sábado en las que el inglés sacó a relucir su talento y el potencial de su Mercedes (sin mucho problema marcó la pole). Sin embargo, ayer el que volvió a sonreír fue Vettel…

El piloto de la Scuderia largó tercero, pero pasó a la punta en la vuelta 19 al aprovechar el ingreso a los boxes de los líderes, el propio Hamilton y el finlandés Kimi Räikkönen, con otra Ferrari. En la vanguardia se benefició que ingresó para retirar el Haas del francés Romain Grosjean ya que pudo cumplir con su detención para cambiar las gomas y volvió a la pista delante del campeón. En la parte final sólo tuvo que aguantar los embates de Hamilton.

El británico no logró cazar a su rival y con fastidio aceptó el 2° lugar. Hamilton se quejó de que su equipo no le informó correctamente de la situación como para ser un poco más veloz durante el VSC.

La alegría de Ferrari fue casi completa ya que terminó Räikkönen tercero. Luego llegaron el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) y el español Fernando Alonso (McLaren).