Arrancó la maratón Lollapalooza. Un día a todo sol fue el inmejorable marco climático en el inmenso predio del Hipódromo de San Isidro en Buenos Aires, donde pocos minutos antes del mediodía comenzó a ingresar gente para los primeros shows.

Temprano, se acercaron los primeros fans del festival: a las 7 de la mañana ya había gente haciendo fila, aunque el ingreso recién estaba pautado para las 11.30. 

Con localidades totalmente agotadas, se calcula que esta noche unas 100 mil personas disfrutan del evento. Además se proponen una gran variedad de ofertas gastronómicas, zonas de relax y stands de activaciones de marcas, la mayoría con algún tipo de juego o premio.

¿Qué es el "Lollapalooza"?

Perry Farrell es "el señor Lollapalooza". Él creó el festival para despedirse a lo grande -y con amigos- de su banda Jane's Addiction, la misma que volvió a activar muchos años después. Y cada vez que le preguntaron por el particular nombre del encuentro que se realizó en los 90 y renació en los 2000, se instaló en Chicago y empezó a tener sedes en otros puntos del planeta.

La particular palabrita, Lollapalooza, refiere a algo inusual o inesperado. Probablemente Farrell lo haya imaginado cuando pensaba cómo hacer la despedida de una de las bandas más originales de la historia.

En 2005, Lollapalooza renació y se reconfiguró como un festival de música en múltiples direcciones: indie, electrónica, rock y otras músicas, siempre con la apertura suficiente como para convocar a los consagrados y a aquellos éxitos del momento. En esta década decidió que la ciudad norteamericana de Chicago le quedaba chica y, desde 2011, empezó a expandirse. Primero fue Santiago de Chile, luego San Pablo, desde 2014 Buenos Aires y, desde 2015, Berlín. Así, "Lolla" busca competir en el campo global con otros festivales con sedes múltiples como Rock in Rio y Creamfields.