Suspensiones; denuncias en las redes sociales sobre falta de equivalencias entre los boxeadores; festivales que a horas de comenzar fueron inhabilitados. Esa es la lista, acotada por cierto, de los conflictos por los que se caracterizó la Asociación Tucumana de Box (ATB) en los últimos años. Suficiente para que por resolución 48/2018 de la Dirección de Personas Jurídicas se haya nombrado a Carla Lucía Azán como normalizadora de la institución por un plazo de 60 días, con opción de que se prolongue. La misión que quiere cumplir la abogada es armonizar el amplio universo del boxeo con todos sus integrantes, pero con el centro en los verdaderos reyes del mundo de los puños: los boxeadores.

“Creo que sí, lo vamos a hacer”, dijo esperanzada Azán cuando LG Deportiva le pidió su vaticinio con respecto a la tarea que emprendió el 8 de marzo. Pero realizó una advertencia, consciente de las pujas que hay en el ambiente. “Si trabajamos en conjunto lo vamos a lograr. La representación de la FAB, las comisiones municipales y también los promotores. Vamos a tratar de hacer un trabajo conjunto para ver si así se puede normalizar la situación en el menor tiempo posible”, explicó la profesional, que por primera vez encarará una tarea de este tipo.

Azán ya tuvo contacto telefónico con el presidente de la Federación Argentina de Boxeo (FAB), Luis Romio, y se reunió con René Alarcón, representante de la FAB en la provincia que además preside la Comisión Municipal de Box. Con el titular del pugilismo nacional se presentó formalmente, mientras que con Alarcón se interiorizó informalmente sobre la situación de la ATB, ya que él fue ratificado como el único que puede autorizar los festivales en la provincia. Desde el lunes, la normalizadora comenzó con las convocatorias pertinentes para ejecutar su tarea. “Primero, empezaremos con la etapa de citar a las ex autoridades de la Asociación para que entreguen toda la documentación y los elementos deportivos. Donato Juárez es quien figura como último presidente”, explicó Azán.

El domicilio de trabajo quedó fijado en Crisóstomo Álvarez 560, oficina 17, donde funciona también la Comisión Municipal de Box. Los promotores con licencia FAB que pueden organizar festivales son Sergio Alarcón y Enzo Romero.

PUNTOS DE VISTA

Velar por los boxeadores

Sergio Alarcón
Promotor y mánager SRA Boxing
Sergio Alarcón - Promotor y mánager SRA Boxing

Quienes conocemos a la doctora Azán sabemos que viene trabajando por el boxeo, pero desde una posición de poca exposición, de bajo perfil. Por otro lado, celebro que una mujer ocupe un cargo en momentos de lucha por la igualdad de derechos. Hay que dejar en claro y explicar que asume en un momento delicado. Los que queremos ver nuevamente el boxeo encumbrado, queremos que sea por méritos arriba del ring y no por sus escándalos debajo de él. Tenemos que acompañar, ponernos a disposición de la normalizadora, trabajar en forma madura y adulta. Debemos recordar siempre que los verdaderos protagonistas son los boxeadores y velar por los intereses auténticos de ellos. Apelo a toda la familia del boxeo, para recordar siempre que nunca más debemos permitir que ocupen cargos personas con la incompetencia de los dirigentes que encabezaron la Asociación anterior. Gracias al buen tino de la FAB, dicha asociación fue desafiliada y hoy comenzó un nuevo y esperanzador suceso dentro del boxeo provincial.


Cada uno en su lugar

Enzo Romero - Promotor y manager Romero Box

Ya era hora que la Dirección de Personas Jurídicas tome el toro por las astas. Es el comienzo de la nueva Asociación Tucumana, un camino difícil porque reorganizar una institución es complicado. Creo que 60 días es poco, pero este era el camino. La normalizadora contará con mi apoyo incondicional para rearmar todo. Como promotor pediría que cada cual ocupe su lugar: los boxeadores que sean boxeadores; los técnicos, técnicos; a los promotores que nos dejen trabajar armando festivales y que los dirigentes se encarguen de las instituciones. Los boxeadores quieren ser todo, también entrenadores, cosa que no es permitida: un boxeador activo no puede ser técnico. Y los técnicos igual: ahora ellos quieren organizar espectáculos, eso no puede ser tampoco. Que cada uno ocupe su lugar y que desde allí ayude a la normalización.

Es un trabajo en equipo y todos los miembros son importantes. Eso quiero para poder trabajar tranquilo. En definitiva, cada uno en su lugar y que nos dejen trabajar.


Controlar el amateurismo

Rene Alarcón - Presidente HCMB y Representante de La FAB

La intervención es oportuna y necesaria. La Asociación Tucumana de Box estaba acéfala y con autoridades sumamente cuestionadas. La normalización jurídica debe hacerse para que esta señera entidad pueda tener las autoridades correctamente constituidas. Actualmente, casi no existe, ni jurídica, ni deportivamente; hoy está desafiliada de la FAB, irregular ante la Dirección de Personas Jurídicas (DPJ) y sin documentación contable y asamblearia, según lo establece en la resolución 111/2013 DPJ. Se necesita la colaboración de todos los ex miembros de la comisión directiva porque nos urge tener en regla una institución que pueda trabajar en el control del amateurismo.


Una base de datos es necesaria

José Giménez - Presidente de la Comisión Municipal de   Boxeo de Juan Bautista Alberdi

Se trabajó al revés en los casos anteriores: comenzaron con mucho entusiasmo en lo deportivo y se descuidó lo institucional y contable. Hay una confusión: los técnicos consideran que son dueños de la Asociación y los boxeadores, lo mismo, entonces, todos quieren valerse de ella. Aparte de fomentar el boxeo, el rol principal de la Asociación es el control y el cumplimiento de la reglamentación que nos manda la FAB. Los técnicos y boxeadores consideran que ellos son los protagonistas y que sin ellos el boxeo no existe. Yo pienso que no: hay patas en las que se afirma la Asociación. Lo que le pediría a la normalizadora es una base de datos. Por ejemplo, saber que un chico no puede pelear porque perdió por nocaut hace 15 días y para combatir de nuevo debe presentar estudios médicos. Hay que acabar con el desorden.