Hay muy pocas certezas en el caso del hallazgo del cadáver encontrado en una vivienda de 9 de Julio al 1.500. El cuerpo es de una persona que, después de ser asesinada, fue seccionada en dos, colocado posiblemente en dos bolsas y arrojado al fondo de la casa deshabitada desde el exterior.

Hasta el cierre de esta edición, los investigadores esperaban el informe de los peritos para determinar el sexo y cuáles fueron las razones de su muerte. Se estima que, por el avanzado estado de descomposición que presentaba, la persona, que tendría entre 35 y 50 años, habría fallecido hace más de 10 días.

Los pesquisas no habían podido establecer si existía una denuncia de desaparición de persona que le permita lograr la identificación. Tampoco saben si podrán hacerlo a través de las huellas dactilares. Los peritos señalarán además si tiene algún rasgo particular que ayude a establecer su identidad.

El cuerpo fue encontrado por Francisco Gramajo, uno de los propietarios de la casa que se encuentra deshabitada desde hace por lo menos tres años porque está en pleno juicio de sucesión.

Según relató Isabel de Gramajo, su esposo tiene una huerta en el fondo de la vivienda donde estaba el cuerpo. Ayer a la mañana se había dirigido allí para plantar unas frutas. Sin embargo, apenas entró, notó un olor extraño en el jardín, y siguiendo el rastro descubrió que detrás de un arbusto se encontraba un cuerpo partido en dos, en estado de putrefacción con dos bolsas de plástico a los costados que contenían los miembros de la víctima.

“Mi esposo volvió rápidamente a la casa y me dijo que encontró un cuerpo. No le creía y fui a comprobarlo, y ahí estaba”, dijo. La mujer añadió que si bien no sabe cómo llegó ahí el cuerpo. “Es imposible que haya sido por la puerta de entrada, ya que no estaban forzadas las cerraduras”, explicó. Los dueños de la casa sospechan que los restos habrían sido arrojados por la tapia desde una casa contigua que también está abandonada.

Del lado derecho de la vivienda hay un pasillo por el que, en base a las hipótesis de los vecinos de esa cuadra, los autores del crimen habrían ingresado para luego arrojar el cuerpo sobre la tapia.

“Desde el sábado empezaron a sentir olor a podrido, pero que no le dimos mucha importancia ya que pensaban que se trataba de un animal muerto o de una cloaca desbordada”, comentó un vecino de la zona.

Conmoción en el barrio

Walter Medina vive en la zona. Manifestó que es la primera vez que en el barrio sucede algo así y que todos los vecinos estamos sorprendidos. “Si tenemos robos o asaltos, como en todas partes, pero nunca ocurrió algo tan violento. No creo que el responsable sea alguien de la zona”, dijo.

Por su parte, Matilde Morille, quien vive al frente de la vivienda donde se encontró el cuerpo, se mostró muy conmocionada. “Sucesos así arruinan un barrio tan tranquilo”, concluyó.