Scocco. En esas seis letras River encontró alivio. “Nacho” fue el héroe, con esos dos golazos, el de tiro libre y el antológico, en el 2-0 ante el modesto Olimpo. En esta Superliga hasta ahora opaca y esquiva, el equipo de Marcelo Gallardo vivió una noche de buenas sensaciones, con el sólido debut de Franco Armani, el prometedor ingreso del colombiano Juan Fernando Quintero, la presentación en el Monumental de Lucas Pratto, y el regreso a Núñez de Rodrigo Mora.

Las alegrías llegaron en el complemento. Porque en el primero, River se pareció al de los últimos tiempos. En esa etapa inicial, Jorge Carranza levantó un muro en su arco con tres grandes atajadas: ahogó dos gritos de Gonzalo Martínez y otro de Scocco.

Olimpo fue un canto al esfuerzo, pero se pinchó en el complemento, sobre todo tras ese golazo al ángulo de Scocco con pelota parada, que le permitió a River manejar el partido a voluntad. Ni que hablar cuando a los 81’ el exNewell’s metió un slalom maradoniano, dejando seis rivales en el camino para el 2-0.

Después River pudo golear, sobre todo si Pratto hubiera empezado a pagar en la red los millones invertidos en su contratación: dilapidó tres ocasiones claras (una de media vuelta, al travesaño), aunque en su haber figura el haber estado “allí”, en el corazón del área. Hasta Mora, en su regreso al Monumental, casi festeja. Y Armani, salvó dos goles cantados.

Después de haber sacado solo seis puntos de los últimos 30 en juego, la victoria ante Olimpo fue un bálsamo sobre River.