Una jornada de conciencia al aire libre se vivió en el Jardín Botánico Horco Molle cuando un grupo de más de 100 personas, en su mayoria familias, acudiaron al lugar para plantar especies de árboles nativos.

La iniciativa tiene como objetivo recuperar la selva piedemontana donde se encuentra emplazada la institución, transformada desde hace un siglo atrás por la ampliación agrícola y la acción del hombre, y reponer las funciones biológicas del espacio. “Creemos que esta es una forma de revertir la situación, de tener más árboles y que la gente se interese por el cuidado del medio ambiente”, explica Pablo Quiroga, responsable del Jardín Botánico.

Entre mate y mate, los participantes pudieron recorrer la zona como un aula a cielo abierto, conversar con especialistas sobre la flora autóctona y colocar plantines de cebil, pacará y lapacho provistos por el vivero forestal. Los niños, emocionados, ayudaron a sus padres a cavar en la tierra húmeda y disfrutaron de un mediodia diferente. “Naturalizamos la actividad de plantar un árbol como sinónimo de vida”, describe Pablo.