El primer día de 2018 comenzó enlutando al Tucumán deportivo. Hoy falleció a los 82 años Luis Urueña, único jugador que se consagró campeón argentino en dos disciplinas diferentes: en 1955, con el seleccionado tucumano de básquet en el Argentino de Mayores, cuya final se jugó en la ya desaparecida cancha de Agua y Energía, y con el combinado de la Federación Tucumana de Fútbol que se coronó campeón en nuestra provincia en 1960.

"Licurgo", que era profesor de eduación física, padecía una penosa enfermedad, estaba casado, fue padre de tres hijos y tenía siete nietos y un bisnieto.

"Fue crack en todo", lo definió alguien hace un tiempo. En el fútbol, tras surgir en Central Córdoba, integró los equipos del "santo" (estuvo a punto antes de pasar a Atlético), Deportivo Español, Banfield, Cerro de Montevideo y Altos Hornos Zapla.

En básquet, fue jugador y técnico del "azzurro". Su virtuosismo no sólo quedó circunscripto a esos deportes. En su juventud, fue destacado jugador de ping-pong (ganó un torneo provincial para estudiantes secundarios) y también se consagró en un campeonato tucumano de waterpolo.