Hace 16 años, Víctor Salva dirigió la primera entrega de “Jeepers Creepers”, que tuvo su secuela dos años más tarde. Luego se debió esperar más de una década para llegar a la tercera parte de la saga, y ese tiempo fue aprovechado como parte del guión del último filme de terror que llega a las carteleras tucumanas en este año, género taquillero consolidado en las salas.

El personaje que guía el relato vuelve a ser Trish Jenner, la misma Gina Philips de su filme iniciático, que ahora es madre de un adolescente llamado Darry en homenaje a su hermano muerto. El pasado se hace nuevamente presente cuando la monstruosa criatura que se alimenta de personas vivas recomienza su recorrido de sangre y terror, dejando muertos por doquier en el condado de Poho.

Para combatirlo y detenerlo se unirán policías y una medium, que deberán enfrentar el apetito insaciable de Creeper, quien sigue conduciendo su camión del horror. Este filme se intercala entre los dos anteriores en cuanto a la sucesión lógica del tiempo, a los que hace referencia en distintas escenas.

La producción y el estreno del filme estuvo atravesada por el escándalo en Estados Unidos y en Canadá. Ocurre que, en 1988, Salva fue condenado a tres años de prisión (de los que cumplió 15 meses) por tener relaciones sexuales con un menor que actuaba en el rodaje de su película “Clownhouse” y está fichado como delincuente sexual. Pese a las polémicas, el director ya tiene en carpeta la próxima entrega de “Jeepers Creepers”, pero sin fecha prevista para comenzar el rodaje.