Un grupo de empleados del hospital Nicolás Avellaneda cumplía su labor de rutina. Estaban en la zona del hall de quirófanos, donde recibían el material esterilizado para las cirugías. En ese momento ocurrió una explosión. “Una de las bolsas se reventó y liberó el material que se utiliza para esterilizar, esto afectó a los 10 instrumentadores quirúrgicos”, detalló el subdirector del hospital, Miguel Ferré, en diálogo con LA GACETA.

“Sufrieron un cuadro leve de intoxicación, con irritación en la piel en algunos casos, y de ojos y garganta en otros”, precisó el médico.

Estaba casi todo listo para comenzar una cirugía en uno de los quirófanos, pero el incidente modificó la actividad por unas horas.

Por disposición de la Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART), los empleados afectados fueron derivados de inmediato a un sanatorio privado, donde les realizaron análisis de sangre para descartar cualquier daño mayor y quedaron internados en observación.

Nuevos análisis

Ferré visitó ayer a la mañana a los empleados en el sanatorio. “Están bien. Sólo están esperando repetir los análisis del laboratorio y según el resultado, los darían de alta”, resaltó.

Por WhatsApp, circulaban mensajes de alerta sobre la posibilidad de que estas personas contrajeran cáncer por haber tomado contacto con esa sustancia. Pero el subdirector aclaró que se trata de un dato falso.