GINEBRA, Suiza.- Más de 3.000 migrantes y refugiados murieron o desaparecieron en el mar Mediterráneo en 2017, mientras intentaban cruzar a Europa para escapar de la guerra, la represión o el hambre en sus países en África, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Hasta el 26 de noviembre, al menos 3.033 personas fallecieron o desaparecieron en su peligroso escape a Europa, lo que equivale a un promedio de 10 muertes por día. Del total, 2.802 murieron o desaparecieron en la ruta desde Libia a Italia. La cifra es menor, en comparación con 2016, cuando se registraron 5.143 muertes y desapariciones.

Sin embargo, esa reducción no es síntoma de que la situación haya mejorado, destacó la OIM en su informe. “Si contamos a los migrantes capturados por los libios junto a las llegadas a las costas italianas, obtenemos cifras altas”, destaca el informe.

“Esta última noticia se suma a lo que sabemos sobre el mercado de esclavos abierto en Libia, las privaciones a las que son sometidos por los traficantes de personas en la ruta hacia la costa mediterránea y las condiciones en los centros de detención libios”, explicó el director general de la OIM, William Lacy Swing, desde Ginebra.

Mientras la situación se vuelve desesperante del lado africano, en territorio europeo el drama de los refugiados y migrantes ha perdido fuerza mediática y política, quizás debido a que se redujeron los arribos. Mientras 387.895 africanos llegaron a costas europeas en 2016, hasta ayer sólo 174.509 habían logrado alcanzar el continente. No es que menos personas hayan querido huir de sus países, sino que son menos los rescatados por la Marina italiana u organizaciones humanitarias. En agosto, Médicos sin Fronteras renunció a los rescates por las amenazas de la Guardia Costera libia contra embarcaciones que operen frente a sus costas, medida aceptada por la UE para evitar una nueva oleada de migrantes de África y Medio Oriente. (DPA)