Los que pasan por la Primera Confitería cuando suben al cerro San Javier solo piensan en una palabra: abandono. El lugar se encuentra completamente deteriorado y parece no tener una solución. Sin embargo, la tesis de una arquitecta propone una renovación que incluye la integración de galerías, pérgolas y un anfiteatro.

Hace poco más de dos semanas, LA GACETA realizó un informe en el que se dio a conocer que el Ente de Turismo pide que la Primera Confitería sea desafectada de la ley que impide intervenirla. Sin embargo, la Dirección de Patrimonio opina lo contrario: pretende que se restaure el chalet. Sólo coinciden en que así no puede seguir.


Mientras las entidades tratan de resolver sus diferencias, Natalia Cerasuolo presentó un proyecto final con el que obtuvo su título de grado. La joven apunta a recuperar lo mejor de la estructura original, sumándole una nueva formulación del espacio en el cerro. ¿Cómo quedaría?