DUBLÍN.- Preguntas y más preguntas. Y una preocupación que crece con cada derrota. Fueron 10 en 12 partidos para Los Pumas, que cierran así uno de sus años más difíciles de digerir desde que se acoplaron al tren del profesionalismo. No sólo por la escasez de resultados (sus únicas victorias fueron sobre Georgia e Italia, dos rivales a priori ganables), sino porque el seleccionado argentino sufrió un evidente retroceso en su juego con respecto a años anteriores, sobre todo comparándolo con el pico que alcanzaron en el Mundial de 2015.

La siempre cruel Dublín volvió a ser escenario de derrota para Los Pumas (nunca ganaron allí), superados por Irlanda tanto en el resultado (28-19) como en el balance general. El “Trébol” no tuvo demasiadas complicaciones para dominar el primer tiempo frente a un equipo argentino endeble, lento, previsible y más impreciso que nunca.

En el complemento, los cambios surtieron efecto y Argentina ganó en dinámica y frontalidad, sobre todo a partir del ingreso de Gonzalo Bertranou. Como ante Italia, el medio scrum mendocino revitalizó al equipo y ratificó que hoy por hoy, merece la titularidad más que Martín Landajo. También se destacó el tucumano Ramiro Moyano (foto arriba), autor de una gran conquista propiciada por uno de los puntos interesantes que dejó este cierre de año, Sebastián Cancelliere. El wing de Hindú, Marcos Kremer, Emiliano Boffelli y el propio Bertranou, son algunas de las caras nuevas de un equipo que pide oxigenación a gritos para 2018.