Los mercadillos navideños eran populares en el Reino Unido hasta que Oliver Cromwell decidió prohibirlos y fueron muriendo poco a poco, aún después de que cayó el dictador. Esta tradición perdida ha vuelto a recuperarse. Entre las ferias más populares destacan el de la ciudad histórica de Worcester, con más de 150 puestos, el mercado de Birminghan, frente a la plaza Victoria, y -quizás el más pintoresco- en Bath, que discurre en el centro histórico entre el 27 de noviembre y el 14 de diciembre.