Un movimiento político inesperado de la Casa de Gobierno desbancó recientemente a Cambiemos de la mesa de conducción del Concejo capitalino.

Tras las elecciones nacionales y en medio de las internas oficialistas, el propio gobernador, Juan Manzur, le pidió a Armando “Cacho” Cortalezzi que dejara la intervención de la Caja Popular de Ahorros (CPA) para retomar a su banca y asumir como presidente del cuerpo.

La oposición al intendente Germán Alfaro (Cambiemos), además, había alcanzado este año la mayoría, con el apoyo de los bloques Tucumán Crece-PJ, Restauración Peronista y Fuerza Republicana (FR). Para ello había sido clave la salida de José María Franco del interbloque Acuerdo para el Bicentenario. Su unibloque -Restauración Peronista- vota desde entonces con los sectores disidentes.

Tras dos años, los alfaristas Javier Aybar (presidente), Raúl Pellegrini (vicepresidente primero) y Roberto Ávila (vicepresidente segundo) fueron reemplazados. Cortalezzi es secundado por Franco y María Belén Cruzado Sánchez, del Tucumán Crece.

El cambio de mando en el cuerpo vecinal se dio en consonancia con el veto parcial del intendente al Presupuesto 2017. Ese, precisamente, será uno de los asuntos que se deberá abordar próximamente.

Alfaro redujo la partida para funcionamiento del Concejo de $ 318 millones a $ 240 millones. Desde la oposición insisten en que así no alcanzarán los recursos para el pago de sueldos y del medio aguinaldo, aunque funcionarios municipales hayan asegurado que las remuneraciones estarían aseguradas. El cuerpo, ahora con Cortalezzi a la cabeza, analizará los pasos a seguir.