CÓRDOBA. Los fanáticos cordobeses de la aviación debieron esperar 18 años para poder volver a ver un Antonov sobre los cielos de su ciudad. Esta mañana, el quinto avión más grande del mundo aterrizó en el aeropuerto Taravella en la última escala que necesitó para unir Houston con Villa María.



Con casi 69 metros de longuitud y más de 20 metros de altura, la mole de fabricación ucraniana llegó hasta la capital de Córdoba proveniente de Lima, a dónde llegó previo paso por Cancún, en México. Todos eso kilómetros debió recorrer para llevar instrumentos y equipamientos para la central termoeléctrica que se construye en Villa María.

La maniobra de descarga, inédita hasta ahora en esa provincia, demandará al menos cinco horas y se emplearán dos grúas. 

Desde muy temprano, cientos de curiosos se acercaron a los alrededores de "Pajas Blancas" para ver el espectáculo del aterrizaje del avión que puede cargar hasta 400.000 kilos.

El día en que el gigante del aire hechizó a Tucumán

Concebido como transporte militar y construido desde 1982, el Antonov An-124 ya visitó Tucumán el 30 de noviembre de 1994, cuando fue empleado para trasladar equipamento para una embotelladora de refrescos y regresó dos años más tarde para traer turbinas que se instalaron en los generadores de energía en la Central Térmica de El Bracho.