Científicos británicos y alemanes analizaron un fósil encontrado hace años y descubrieron que se trata del ictiosaurio más largo registrado hasta el momento y que estaba embarazado en el momento de su muerte. Comprobaron que el animal alcanzó una longitud de entre tres metros y tres metros y medio, informó la Universidad de Manchester.

El fósil se descubrió a mediados de la década de los 90 en la costa de Somerset, en el suroeste de Inglaterra, y tiene aproximadamente 200 millones de años. La losa con el saurio preñado es parte de la exposición permanente sobre mundos acuáticos que se exhibe en el museo regional de Hannover.

El palentólogo alemán Sven Sachs publicó el resultado de su investigación conjunta con Dean Lomax, de Manchester, en la revista especializada “Acta Palaeontologica Polonica”. Ambos identificaron el ictiosaurio embarazado como un Ichthyosaurus somersetensis, una nueva especie descrita hace poco y que lleva el nombre en honor a Somerset, donde se han encontrado numerosos especímenes de ictiosaurio. Del embrión se pueden apreciar únicamente parte de la columna vertebral y las aletas delanteras, así como un par de huesos.

Los científicos están además convencidos de que la cola de la madre no pertenece al resto del esqueleto. “Esto fue puramente una medida óptica para poder vender mejor el descubrimiento”, declaró Sachs, que trabaja en el Museo de Ciencias Naturales de Bielefeld. Sin embargo, el cálculo de la longitud del reptil es fiable, afirmó.

Los ictiosaurios tenían una forma parecida a los delfines actuales y muchos dientes pequeños afilados. Proceden de un tipo de reptiles terrestres que evolucionaron, desarrollaron miembros como paletas y volvieron al medio acuático.

Mientras se daba a conocer este hecho, la paleontóloga Annette Richter y un grupo de colegas analizaban otro dinosaurio marino del museo y lo identificaron como Thaumatodracon wiedenrothi.