A casi tres meses del homicidio del adolescente Matías Albornoz Piccinetti (por el que tres menores estuvieron alojados durante algunas semanas en el Roca) el abogado de la familia, Pablo D’amato, pidió cambiar las leyes: “fueron establecidas para otras épocas”, señaló. A la vez, afirmó que están disgustados con el Gymnasium y repitió que el crimen no ocurrió durante una pelea entre jóvenes de distintos colegios, sino que fue una emboscada por un encontronazo ocurrido una semana antes.

- ¿Cómo está la familia?

- Tienen el dolor de que la Ley supere la realidad y de que esto pueda quedar impune. Y necesita que se cambie el discurso que se había consolidado en la sociedad, que es erróneo. Matías no perdió la vida; se la arrancaron. Tanto él como sus compañeros no acudieron a pelear; fueron en ayuda de un compañero que había sido víctima de una agresión.

- ¿Niega un enfrentamiento entre chicos de distintos colegios?

- Sí, en primer lugar porque los asesinos no pertenecen a ningún colegio, salvo el menor de ellos, y su libreta deja mucho que desear. Los otros dos no son colegializados y sus antecedentes indican que son menores en riesgo. El de 15 años es quien cometió este hecho aberrante y tiene pésimos antecedentes en el club Lawn Tennis y el colegio Tulio Fernández. No fue una pelea, fue una emboscada.

-¿Qué ocurrió?

- A las 13.10 fue agredido por la espalda un compañero de Matías. Este muchacho y otro amigo huyen y se lo comentan a sus compañeros del Gymnasium que estaban saliendo. Entonces, todo el grupo va a defender a sus compañeros agredidos. Está grabado en las cámaras de los negocios el momento en que sale huyendo el homicida hacia la calle Laprida. También se registra cuando el grupo arriba, y el homicida se da vuelta y le infiere la puñalada. El cuchillo le destruyó el ventrículo interno.

- ¿Y luego?

- El individuo (de 15 años) ingresó a un drugstore, donde el propietario ve la persecución, detiene a los perseguidores (del Gymnasium) y cierra el local. Aparece el joven de 16 (otro de los sospechosos) y pide autorización para hablar con el homicida (de 15). Luego, el de 16 sale y le da una trompada a uno de los jóvenes (del Gymnasium). El homicida aprovecha y huye.

- ¿Hubo problemas antes?

- Esto surgió probablemente en el baile del sábado anterior, por la semana del Gymnasium. Defensa Civil dispuso que no ingresaran más personas por riesgo. Esto no fue entendido por los jóvenes que quedaron afuera y hubo desmanes. No hubo la pericia necesaria cuando se dispuso que se daba por concluido el baile y que los chicos del interior debían salir. Allí hubo alguna rencilla cuando una botella con hielo dio en el pecho de una joven. A partir de allí, una macabra trama llevó a jóvenes acabar con la vida de Matías.

-¿Cómo actuó el colegio?

-El trato del colegio ha conmovido con disgusto a la familia. No hubo ningún discurso en defensa de los chicos, se pretendió negar el antecedente del baile y no se reconoció la impericia de sacar a los chicos cuando afuera había desmanes. Y se negó la herida de uno de los chicos, que fue atendido en un sanatorio cercano con la obra social propia por determinación de las autoridades del colegio. Frente a la necesidad de la empresa aseguradora, se intentó informar que los chicos habían salido del colegio a las 12.30, cuando todos saben que los alumnos más grandes, durante la semana del colegio, están abocados a tareas de tutoría y campamentismo. Parece que la institución no quiere reconocerlo y se frustra la posibilidad de un resarcimiento económico, que nunca significará la vida de Matías, pero que puede significar un paliativo de los gastos que la familia debió soportar, sobre todo en materia de tratamientos psicológicos.

- ¿Qué piensa de la actuación de la Justicia?

- La actuación de la fiscala (María del Carmen) Reuter fue de una gran lucha; puso mucho énfasis y así es como se ha obtenido la posibilidad de colectar las pruebas a las que hice referencia. También destaco la premura con que ha obtenido medidas de tipo precautorio a consecuencia de agresiones y amenazas sufridas por la familia. Los menores fueron dejados libres, por la jueza de Menores subrogante (Judith Solórzano).

-¿Qué opina de esa decisión?

-No hay en Tucumán lugares de alojamiento que garanticen la reinserción, pero creemos que no ha sido valorada la situación de estos menores. Las medidas tutelares son poco menos que nada, es muy poco el valor que se da a la vida. El anhelo de la familia es luchar contra la impunibilidad que pueda favorecerlos. Es intolerante que una franja de los habitantes de Argentina, nada más que por la edad que tienen, no resulten punibles. Las leyes deben cambiar. Fueron establecidas para otras épocas. Nosotros intentamos que algún tribunal competente, aunque hubiéramos esperado que con valentía lo planteara la jueza de Menores, se vuelque a lograr la declaración de inconstitucionalidad de la edad, para el caso del menor de 15 años, que es quien guió con su mano asesina el cuchillo.

La causa está centrada en el análisis de los celulares y las cámaras de seguridad

Luego de una extensa ronda de testimonios, la fiscalía III° se centró en el estudio de las imágenes de las cámaras de seguridad de los negocios de 25 de Mayo y Santiago del Estero, y en las pericias de los celulares de los tres menores -de 14, 15 y 16 años- sospechosos por el asesinato de Matías Albornoz Piccinetti. Si bien todas las sospechas recayeron sobre el adolescente de 15 como el autor del homicidio, por su edad, el único imputado es el más grande del grupo. Con todo, los tres se encuentran en sus casas.

Tras las declaraciones de los testigos, se pudo saber que durante el baile del Gymnasium habían ocurrido algunos desmanes, y que el mediodía del 19 de mayo, un compañero de Albornoz Piccinetti había sido agredido en esa esquina. Algunos testigos declararon que esto provocó una persecución de los alumnos del Gymnasium al agresor. “Recién pude ver la punta cuando lo apuñaló a Matías. Este chico nunca nos enfrentó, sólo escapaba de nosotros. Luego de que Matías recibe la puñalada, llega F.E. (el otro joven apuñalado) para tratar de agarrarlo y le da un golpe; el otro le responde con un puntazo. Después vino otro compañero a querer golpear al agresor, pero Matías lo agarró y le dijo ‘no, tiene una punta’, mientras se agarraba las costillas”, fue el relato de uno de ellos.

Las fuentes judiciales consultadas señalaron que la mayoría de los testigos fueron coincidentes en sus relatos y que la mayoría de ellos apuntaba al muchacho de 15 años como el autor de la puñalada mortal.

Pese a que en las semanas posteriores al homicidio los tres sospechosos fueron puestos en libertad por el Juzgado de Menores, la fiscalía de turno les secuestró los teléfonos celulares para hacer un entrecruzamiento. La idea es saber si habían tenido contacto entre ellos antes de que ocurriera el desenlace fatal. Según el abogado de la familia Albornoz Piccinetti, Pablo D’amato, los adolescentes de 14 y 16 años habrían dicho que no se conocían, pero el de 15 habría asegurado que todos eran amigos.

Por otro lado, se secuestraron las grabaciones de las cámaras de la vía pública y de los comercios cercanos al lugar del crimen. Según se explicó, las imágenes no eran del todo nítidas, por lo que ahora están siendo sometidas a un proceso especial para aclararlas. Con todo, las fuentes deslizaron que en ellas se vería al joven de 15 con una punta en la mano.


“hubo varias peleas”, replicó uno de los defensores
“No hubo ninguna emboscada; mi cliente estaba comiendo pochoclos en la esquina. Lo que nosotros decimos es que hubo varias peleas y él estuvo en una de ellas, pero nunca estuvo en el momento crítico de la causa. Estaba como a 50 metros, esto está probado por los mismos testigos que aportó el abogado de la víctima”, explicó José del Río, abogado de uno de los sospechosos de la causa, el joven de 16 años.  “Además, se puede leer en el expediente que las víctimas iban corriendo al chico de 15, está más que probado. ¿Por qué lo querían agarrar? Había un ánimo de pegarle. Lo querían someter a una golpiza. Esto está acreditado, incluso, por los mismos adolescentes que lo viralizaron por videos por WhatsApp. Y si bien no soy el abogado del joven de 15, sé que el cuchillo aparece cuando se cansa de correr y ve que no los puede enfrentar solo”, agregó. “Hubo varias peleas”, replicó uno de los defensores


“No hubo ninguna emboscada; mi cliente estaba comiendo pochoclos en la esquina. Lo que nosotros decimos es que hubo varias peleas y él estuvo en una de ellas, pero nunca estuvo en el momento crítico de la causa. Estaba como a 50 metros, esto está probado por los mismos testigos que aportó el abogado de la víctima”, explicó José del Río, abogado de uno de los sospechosos de la causa, el joven de 16 años.  “Además, se puede leer en el expediente que las víctimas iban corriendo al chico de 15, está más que probado. ¿Por qué lo querían agarrar? Había un ánimo de pegarle. Lo querían someter a una golpiza. Esto está acreditado, incluso, por los mismos adolescentes que lo viralizaron por videos por WhatsApp. Y si bien no soy el abogado del joven de 15, sé que el cuchillo aparece cuando se cansa de correr y ve que no los puede enfrentar solo”, agregó.