Cuando el Reino Unido abandonó la India, tras la Segunda Guerra Mundial, en el proceso de “descolonización”, decidió dividir el territorio entre India y Pakistán.

Fue así que el 15 de agosto de 1947 nacieron India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana. Hoy se cumplen 70 años de aquella partición, que sigue siendo un foco de tensión.

La división fue hecha de manera arbitraria, por una persona que no conocía el territorio, causó cuatro guerras, enormes problemas poblacionales y consecuencias que se extienden hasta ahora.

El abogado Cyril Radcliffe fue el encargado de trazar la frontera. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando el Reino Unido le dio la independencia a India, su ex colonia, de mayoría hindú, también aceptó la demanda para crear una nación separada para los musulmanes de la región.

El plan condujo a una de las movilizaciones poblacionales más grandes de la historia. Más de 12 millones de refugiados debieron salir de un país a otro. Entre medio y un millón de personas de ambas comunidades terminaron muertas. Decenas de miles de mujeres fueron secuestradas.

El conflicto dura hasta hoy, ya que ambos países todavía se disputan la estratégica provincia de Cachemira. La sospecha y la paranoia jamás han cesado. Por ejemplo, a pesar de que sólo 700 kilómetros separan a las capitales, Nueva Delhi e Islamabad, no hay vuelos directos entre ellas.

La creciente tensión ha provocado que ambos países desarrollen sus propios armamentos nucleares. Es por eso que la confrontación es más que una disputa regional: está cargada con riesgos más extendidos.