Maho Beach se encuentra en la paradisíaca isla de St Maarten, en pleno Caribe. Pero los turistas no sólo llegan a ese lugar atraídos por las aguas cristalinas y la arena blanca. Miles de amantes de los aviones la visitan, porque brinda la posibilidad de vivir una experiencia única: ver pasar a gigantescas aeronaves apenas unos metros por arriba de sus cabezas.

De todos modos, esta puede ser una experiencia muy peligrosa. De hecho, una mujer perdió la vida, porque no pudo resistir las fuertes ráfagas que generaron los motores de un avión.

Todos los días, decenas de turistas se acercan a la diminuta playa para vivir una experiencia extrema: quedarse parados detrás de un avión que está a punto de despegar. Sucede que la pista termina a apenas unos pocos metros del mar. El objetivo es resistir las fuertes ráfagas que generan las turbinas. Pero no todos lo logran.

En el pasado ya ocurrieron accidentes. Pero el último fue fatal. Ayer, una mujer de 57 años oriunda de Nueva Zalanda, no tuvo la fuerza suficiente para resistir el viento de las turbinas de un Boeing 737, cayó al suelo, se golpeó la cabeza y murió.

MUY CERCA. La pista del aeropuerto termina a muy pocos metros del mar. FOTO TOMADA DE AERONAUTICAPY.COM