La creación del Parque Aconquija cada vez está más cerca. La semana pasada ingresó en el Congreso de la Nación el proyecto de Ley en el que la provincia de Tucumán cede la jurisdicción ambiental de los terrenos que integrarán esta área protegida de casi 70.000 hectáreas.

La reserva natural quedará bajo la administración de Parques Nacionales. El viernes 23 de junio seis de los nueve diputados tucumanos estuvieron en la Fundación Miguel Lillo para participar de la firma del texto del proyecto de ley. En esa oportunidad participaron funcionarios nacionales, miembros de la Administración Nacional de Parques Nacionales y de las ONG que estuvieron involucradas en la compra de los terrenos que luego fueron donados para que integren la reserva, Wyss y Flora y Fauna Silvestre.

La creación del Parque Aconquija había sido anunciada el año pasado en el marco de los actos del Bicentenario. Ocupa gran parte de la franja sudoeste de la provincia y se poyecta para que dentro de algunos años alcance una superficie totral de 200.000 hectáreas.

Sus antecedentes se remontan a la época de Miguel Lillo (naturalista tucumano), pero el proyecto se retomó hace algunos años.

El parque va a contener a las reservas provinciales de Santa Ana, Quebrada de Los Sosa y La Florida, que seguirán en manos de la provincia. También contiene al parque Nacional Campo de Los Alisos, que cuando se apruebe la ley pasará a llamarse Portal Campo de los Alisos.

Protección

En cuanto a la diversidad biológica, esta porción de territorio ubicado en la ladera oriental de la Sierra del Aconquija, posee gran variedad de flora (unas 1.700 especies) y de fauna.

Otro aspecto sobresaliente es su notable patrimonio cultural. La Ciudacita-Camino del Inca (Patrimonio de la Humanidad) y la Quebrada del Portugués son algunos ejemplos. También es una zona de captación de agua que brinda un servicio ambiental de vital importancia como es la regulación del flujo estacional de la cuenca Salí-Dulce. Esta es la cuenca más importante de la provincia y de la que dependen otras ubicadas en Santiago del Estero y Córdoba.

Los ríos que se alimentan de las aguas que bajan por esta cuenca sirven de riego para más de 100.00 hectáreas. Sin embargo, durante los últimos años se ha visto muy degradada debido al mal uso de los suelos (sobrepastoreo, quema de vegetación, desmonte, tala selectiva).