Antes de que se abrieran las puertas del complejo de Ojo de Agua, una comitiva de dirigentes de Atlético hizo base en un bar pegado al predio. Allí comenzaron a trabajar en la búsqueda del nuevo DT, como también lo habían hecho la misma noche del lunes, luego de que Pablo Lavallén renunciara.

“Todo esto nos genera sorpresa porque la semana pasada estuvimos trabajando en la reorganización y armado del plantel. Pero los resultados en el fútbol precipitan algunas decisiones. Los motivos de Pablo fueron que no había conseguido los resultados que se había propuesto y no encontró una respuesta para el cambio”, comentó el presidente Mario Leito, muy agradecido al entrenador, pese al inesperado final de la relación con el club. “Es demasiado honesto para este fútbol. Es muy sincero y eso hace que se condicione solo con sus declaraciones. Tenemos la suerte de decir que no nos hemos equivocado con su elección, en su momento. Pablo es una gran persona, un profesional muy dedicado”, dijo Leito. Luego señaló: “lo que viene es armar un grupo para el torneo local. La Sudamericana es importante, sí, pero no tanto como el torneo local, que es nuestra gran prioridad”, aseguró.