Después de casi cinco horas, las fuerzas de seguridad iraníes pusieron fin al doble ataque terrorista contra el Parlamento iraní y el mausoleo del líder revolucionario Jomeini perpetrado por terroristas del grupo yihadista Estado Islámico, que causó al menos 12 muertos y 39 heridos, según los servicios de emergencia. Se trata del primer ataque del grupo terorrista sunita en el país chiita.
Tres de los agresores fueron abatidos y uno se inmoló en el Parlamento, según la televisión estatal, que confirmó asimismo que la situación está bajo control en el mausoleo del imán Jomeiní, situado a unos 20 km al sur de Teherán, dónde dos terorristas se hicieron explotar y otro fue abatido.

Después de casi cinco horas, las fuerzas de seguridad iraníes pusieron fin al doble ataque terrorista contra el Parlamento iraní y el mausoleo del líder revolucionario Jomeini perpetrado por terroristas del grupo yihadista Estado Islámico, que causó al menos 12 muertos y 39 heridos, según los servicios de emergencia.

Se trata del primer ataque del grupo terorrista sunita en el país chiita.
Tres de los agresores fueron abatidos y uno se inmoló en el Parlamento, según la televisión estatal, que confirmó asimismo que la situación está bajo control en el mausoleo del imán Jomeiní, situado a unos 20 km al sur de Teherán, dónde dos terorristas se hicieron explotar y otro fue abatido.

Algunos de los atacantes iban disfrazados de mujeres, según el viceministro del Interior, Hossein Zolfagari. Los diputados mantuvieron sin embargo su sesión, dirigida por el presidente de la institución, Ali Larijani, que denunció un acto de "terroristas cobardes". Según medios locales, durante el ataque los diputados gritaban "muerte a Estados Unidos, abajo Estados Unidos".

Las operaciones de seguridad se prolongaron debido al gran número de civiles atrapados en la sede parlamentaria, situada en el centro de Teherán, dónde dos terorristas habían tomado rehenes.

Las calles que dan acceso a la asamblea están totalmente bloqueadas por la policía. Los dos atentados, en los que se usaron fusiles Kalashnikov, pistolas y explosivos, fueron reivindicados por el yihadista Estado Islámico.

Para la milicia sunita del EI, Irán, de mayoría chiita, es un enemigo mortal. Irán apoya a milicias que combaten tanto en Siria como en Irak contra el EI. Además Teherán es uno de los mayores aliados del presidente sirio Bashar al Assad.