Unos 200 vecinos del paraje La Esperanza (Villa La Trinidad) se resisten que el ingenio La Corona de Concepción construya en el lugar piletones para el depósito de vinaza proveniente de la planta azucarera. Desde hace 15 días, los pobladores promueven protestas contra la obra. Los manifestantes advierten que los cuatro piletones que prevé construir La Corona se constituirá en un foco de contaminación ambiental que transformará en inhabitable el paraje. “El ingenio La Trinidad instaló sus piletones a 30 kilómetros de aquí. Sin embargo, La Corona lo quiere instalar en nuestras propias narices, sin importarle el perjuicio ambiental y sanitario que provocará en la población”, se quejó Sandra Rivadeneira.

Ante la actitud de los lugareños, el juez de Instrucción Guillermo Acosta, del Centro Judicial de Concepción, hizo lugar a un pedido de desalojo para permitir el paso de los trabajadores del ingenio.

Cerca de 60 efectivos de Infantería de la Unidad Regional Sur (URS) de la Policía fueron hasta ese lugar a hacer cumplir la medida. Pacíficamente y con el fin de evitar confrontar con los uniformados, los vecinos se retiraron del camino vecinal para reubicarse, luego, sobre la ruta 329, que pasa por esa localidad. “Desde aquí vamos a seguir resistiendo este proyecto que ya avanzó con la instalación de 11 kilómetros de caños del vinazoducto. La misma empresa admite que el proyecto apunta a sacar de Concepción un problema ambiental, pero para instalarlo aquí cerca de nuestra comunidad”, advirtió Ariel Romano.

La Esperanza tiene un poco más de 200 habitantes y una escuela al que asisten unos 70 chicos. “Este proyecto no tiene estudio de impacto ambiental y tampoco contempla el cinturón ecológico que necesita toda obra de este tipo. Viola claramente el derecho constitucional a tener un medio ambiente apto, que no conspire contra la salud de los habitantes”, dijo la docente Gladys Contreras. Los indignados manifestantes señalaron al secretario de Medio Ambiente Alfredo Montalván de ser el generador de este conflicto al autorizar la obra. “Queremos que el funcionario venga a explicarnos porqué aprobó la construcción de un proyecto que debe estar a más de 15 kilómetros de distancia de un poblado”, planteó la educadora. Observó que los piletones se construirían a un kilómetro de la escuela. “La vinaza es un desecho claramente contaminante que proviene de la destilería del ingenio y que terminan en los ríos. Ahora se lo pretende contener en piletones de más de una hectárea cada uno”, planteó, por su parte, Delia Aparicio. La gente de La Esperanza anticipó que, mientras mantenga la protesta, va a plantear ante la justicia un recurso con el fin de lograr la suspensión y reubicación del proyecto lejos de su comunidad. Desde el Gobierno, en tanto, dijo que se buscará acercar a las partes para llegar a un entendimiento. “Buscaremos una solución consensuada”, indicaron desde el Poder Ejecutivo.