> Las misas
- El 12 a las 23 saldrá la procesión por el barrio.
- El 13 se oficiarán misas a las 6.30, 8, 9.30, 11, 12, 19 y 20.30.
- A las 16 la procesión y a las 17 la misa central con el arzobispo Alfredo Zecca.
Cuentan que el padre Emilio Parrado iba muy distraído en su bicicleta, con la sotana anudada y mirando para todos lados la nueva misión que le habían encomendado. Sólo había cañaverales y algunas casuchas humildes por la calle Muñecas y las vías del ferrocarril Belgrano. Fue entonces cuando cayó de la bicicleta. Al levantarse vio una cruz de madera que habían puesto los misioneros que llegaron antes que él. Frunció el ceño y señaló con el dedo: “aquí vamos a hacer la capilla”. Así quedó marcado el lugar donde hoy se levanta la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, y que comenzó siendo una casita de madera, sin puertas ni ventanas.
La elección de la advocación de Fátima es otra historia. “Cuando el padre llegó a su nuevo destino, la parroquia del Carmen, le dieron una cama muy sencilla. En el respaldar había una estampita de la Virgen de Fátima. ¡Ella lo estaba esperando!”, sonríe al terminar el relato María Cristina Fernández, una de sus primeras colaboradoras junto con Elvira Pereyra. Ellas fueron maestras ad honorem, misioneras, y ayudantes sin condiciones. Desde niñas vieron levantarse el templo que se inauguró el 1 de mayo de 1955. Un vecino de apellido Reveló, que era portugués, hizo traer una réplica de la imagen de su país, que es hoy la titular.
Con gran visión de futuro, el padre Parrado no se contentó con la capilla sino que también proyectó un club deportivo y un colegio que hoy cuenta con niveles inicial, primario, secundario y de formación profesional. También fundó un cine que ya no existe. Tanto hizo el padre Parrado por el barrio que cuando falleció, en 2015, la comunidad logró que sus restos descansen en la parroquia, a los pies de la imagen de la Virgen de Fátima y de los tres pastorcitos.
El actual párroco, el padre Amadeo Tonello, explica que la parroquia centra su acción pastoral en tres ejes: la oración, que se concreta en la Adoración Eucarística Perpetua; la capilla donde se adora a Jesús Sacramentado las 24 horas del día; y los Cenáculos de Oración, en los que grupos de dos o más personas rezan juntas el rosario al menos una vez a la semana y se comprometen, de acuerdo con el pedido de la Virgen, a ofrecer un sacrificio por la conversión de los pecadores. También se realizan retiros espirituales y misiones en toda la zona de influencia, especialmente en los barrios más humildes como Canal Norte, El Chivero, Villa Urquiza y Acceso Norte. Visitan las casas y celebran la misa en esos lugares un vez al mes. “Este año lanzaremos el espacio Discípulos de Fátima, para profundizar en el conocimiento del mensaje de Fátima”, anticipa. “Este año, la indulgencia se puede ganar todos los días 13, de mayo a octubre, con las condiciones acostumbradas: confesión sacramental, comunión y rezo por las intenciones del Santo Padre. Los enfermos que no puedan desplazarse pueden también ganar la indulgencia rezando desde sus hogares”, dice entusiasmado.
La siembra del padre Parrado sigue dando frutos hasta hoy. Pertenecieron a esa cosecha espiritual las vocaciones sacerdotales de Miguel Galland, Jorge Gandur, Pedro Santillán, Guillermo Benzi, Luis Michel, Raúl Vicari y Gustavo Musacchia, entre muchos otros.