Por Hernán Carbonel - Para LA GACETA - Salto

En la tapa de Lo peor de todo, en la edición de Plaza y Janés de 1999, se ve a un patito de peluche con expresión desilusionada. El personaje de la novela es un joven apático, obligado a negociar con el mundo que lo rodea; le atrapan las noticias más inverosímiles, habla de todo y nada a la vez, y sus grandes definiciones de la vida tienen que ver con la fuga, el destino o los caminos a seguir. Héroes debe su título al inoxidable disco de David Bowie y se adelanta a Caídos del cielo, que abre con un epígrafe que pertenece a Jack Kerouac: “prefiero ser flaco que famoso”. Novela de carretera en la línea de Natural Born Killer, cuenta la historia de dos jóvenes en una constante huida, que fluctúan entre el dolor y la ternura, inocentes a pesar de su aparente coraza.

Las primeras novelas del español Ray Loriga estaban protagonizadas por personajes que vivían la furia y el desencanto de la sociedad y las tradiciones que les habían tocado recibir -era el regreso de la democracia a España tras el largo franquismo-, atravesadas por referencias rockeras y contraculturales y la influencia de la televisión.

Además de las tres citadas, Loriga publicó otras siete novelas, y tres libros de cuentos. Ha trabajado como guionista (con Pedro Almodóvar y con Carlos Saura) y dirigido dos películas (La pistola de mi hermano, adaptación de una novela propia, y Teresa, el cuerpo de Cristo).

Rendición es “una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos. Sin caer en moralismos, a través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos. La trama de Rendición sorprende a cada página hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo después de cerrar el libro.”

Así la definió el jurado, presidido por Elena Poniatowska y compuesto por Eva Cosculluela, Juan Cruz, Marcos Giralt Torrente, Andrés Neuman, Santiago Roncagliolo, Samanta Schweblin y Pilar Reyes.

La novela -que en Argentina se editará en junio- fue presentada con el título Victoria y bajo un seudónimo de denota la admiración del escritor español por el futbol argentino: Sebastián Verón. Al borde de lo distópico, se desarrolla “en una sociedad autoritaria, en guerra constante, donde la ley y la realidad acobardan a sus protagonistas”. Las primeras líneas la definen: “Nuestro optimismo no está justificado, no hay señales que nos animen a pensar que algo puede mejorar”.

Ante la prensa, en la gala de premiación, Loriga dijo que “en este libro sobre todo he intentado darle una vuelta a Kafka, a quien adoro. No se puede escribir mejor que este hombre. Pero desde esa posición se puede seguir escribiendo sin que sea plagio”.

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