Manuel Riva - LA GACETA

Hacia fines de marzo de 1932 el país y Tucumán vivían momentos políticos, económicos y financieros complicados. Seguían las discusiones partidarias entre facciones radicales, socialistas y demás aunque ya había pasado un año y medio del derrocamiento del presidente constitucional Hipólito Yrigoyen. En el ámbito del espectáculo el público tucumano esperaba con expectativa la apertura de la temporada teatral. En el teatro Alberdi debutaba la exitosa compañía de comedias y sainetes dirigida por el reconocido actor Félix Blanco. El debut reunió gran cantidad de público, ya que habían pasado varios meses sin la presencia de elencos nacionales. La obra elegida fue “El pecado de amar”, de José Antonio Saldías, y “Cuidado con las bonitas”, de Alejandro Berrutti, escrita en 1931 y estrenada en noviembre de ese mismo año en el teatro Comedia de Buenos Aires por la compañía de Olinda Bozán. Blanco cargaba sobre sus espaldas una larga trayectoria sobre las tablas que se había iniciado en la reconocida compañía de los hermanos Jerónimo, Blanca, Adela, Arturo y José Podestá. También compartió cartel en el mismo elenco con novel actor, Enrique Muiño. En el libro “Escritos inéditos de Enrique Santos Discépolo”, de Norberto Galasso, el autor de Cambalache reconoce que “El señor cura”, inspirada en una obra de Guy de Maupassant, “fue estrenada por Félix Blanco en el teatro El Excelsior”.

Nuestro diario expresaba que las figuras principales de la compañía en las que se fundamenta su éxito son: las primeras figuras Manuelita Poli, Samuel Sanda, Aurelia Ferrer, Julia Cafaro. Las que son acompañadas por Antonio Senra, Blanca Ferrer, Clotilde Pagano, Esther Sánchez Ortega entro otras. Algunas de las obras que presentó el elenco fueron estrenos, hecho que fue reconocido por el público que llenó el teatro en todas las funciones y ovacionó a los actores. Algunas de ellas fueron “Dancig” de Berrutti; “La viuda de Reboredo” y “Pescó la honda el gallego” de Carlos Paoli y “Cascarrabias” de Juan Pablo Murno. Antes de su debut tucumano Blanco y Poli se mostraron encantados de venir a esta provincia y esperaban que el trabajo y esfuerzo “del elenco sea del agrado del público”. En cuanto al debut, nuestro cronista reflejó que el público salió encantado con la elección de las obras como con la puesta que había recibido muchos aplausos. En cuanto a la obra de Saldías, refirió: el autor, conocedor amplio de los detalles escénicos, sabe agradar al espectador conquistándolo. En su interpretación es de hacer notar la eficaz labor de Félix Blanco interpretando a don Rubino.

La lluvia fue protagonista de varias jornadas en las que se presentó el grupo pero ello no les impidió a los tucumanos acercarse al coliseo de Crisóstomo Alvarez y Jujuy para ver en acción a los actores. En cuanto a la actuación de Poli, nuestra crónica destacó: demostró ampliamente su ductilidad, personificando a María Irene -de “El pecado de amar”- que por el trabajo solo de su caracterización, ya puede catalogarse de sacrificio para una actriz joven y de natural gracia. Gran expectativa se generó a la espera del estreno de la famosa “Barranca abajo”, de Florencio Sánchez, que el conjunto presentó con esmero. Las miradas se posaron en el director y actor que estuvo a cargo del personaje central, don Zoilo Caravajal. La obra recorre el desmoronamiento de una familia del campo argentino al perder sus tierras y su amor. El público reconoció la tarea de los actores con la mayor ovación tras casi una semana de actuaciones.

Los éxitos se sucedieron y el público se mostró satisfecho con las presentaciones. El elenco se fue afianzando y el reconocimiento le dio más respaldo en sus actuaciones. El estreno de “El diablo dentro n´el tambo”, del dramaturgo gallego Vicente de la Vega, fue muy festejado. La información dijo: es una pieza cómica simpática y agradable de factura honesta que entretiene y hace amable la hora de su desarrollo. Otra obra de Sánchez, “Los muertos”, sirvió para el lucimiento de Blanco que según la nota de 1932: “conocida como es la obra y la personalidad del autor, bástenos saber que Félix Blanco trae en su bagaje de triunfos artísticos la creación del personaje central de esta obra, que como todas las de Florencio Sánchez guárdale un cariño y una admiración tan sentida que parece haberse adentrado plenamente en el dolor de sus personajes tan comprendidos para él y tan eficientemente interpretados. El cronista reconoce que el artista es el más vigoroso de la escena nacional y que las obras de Sánchez tienen en dicho actor el verdadero, y hoy por hoy, único intérprete y transmisor de la intensidad de sus personajes. Cuando se llevó a la pantalla “Los muertos” nadie dudó que el personaje principal debía estar cargo de Blanco quien no admitía ninguna comparación con otros actores. No ha podido pues faltar el tributo de nuestra ciudad que acudió a la primera representación de esta obra, aplaudiendo con toda sinceridad su brillante labor, resaltó LA GACETA. Las jornadas fueron extensas, con días de tres presentaciones y fines de semana de cuatro. La temporada se extendió hasta mayo.