Alejandro Asrin cree que la mejora del consumo es una cuestión de tiempo. Y que no es tanta la caída de los niveles de operaciones si se toma en cuenta las puntas: el comportamiento del consumo del primer bimestre del año respecto de igual período de 2016. No obstante, el presidente de Naranja (la reinventada marca que no sólo contendrá la tradicional tarjeta sino una variedad de gama de productos) admite el golpe de efecto que han dado ciertas políticas oficiales para transparentar precios. “Hay que darle tiempo a los Precios Transparentes”, dijo el ejecutivo, luego de presentar el cambio de imagen de la compañía en un acto realizado en el auditorio de Casa Naranja, en la provincia de Córdoba.
En este marco de reconversión, Naranja potenciará sus productos y servicios existentes (editorial, tecnología, seguros, préstamos y planes de financiación) y explorará nuevos negocios relacionados al entretenimiento on demand, viajes on line y otros servicios tecnológicos. “Esta nueva identidad también representa nuestra búsqueda por ser una empresa basada en la experiencia del cliente, ensanchando el horizonte de acción, con el respaldo de una cultura organizacional basada en colaboradores competentes, motivados y felices por lo que hacen”, destacó Asrin, que prevé una expansión para este año de $ 12.000 millones para los negocios de la compañía con sede en la capital mediterránea.
Asrin considera que, más allá de los productos, la clave del negocio en períodos en el que se promueve más el uso del dinero plástico que el efectivo “es acercarle a los clientes lo que quieren y necesitan (más planes de pago, por ejemplo) y otras soluciones para su forma de consumir”. Por eso, sostiene que, mientras se espera que se acomoden las variables económicas del país, “hay una gama de planes en cuotas adecuados al bolsillo de cada no”. A su criterio, la clave del negocio vinculado con el financiamiento está en “meterse en la cabeza del cliente y satisfacerlo de esa manera”. “La competencia en nuestro sector viene de hace muchos años; es fuerte. Pero eso suma porque lleva a que el cliente tenga mejores servicio”, dice el ejecutivo ante la consulta de LA GACETA. Y completa su concepto: “nuestro core es la cercanía, la solución y la atención del cliente, con el fin de detectar lo que necesita hoy y mañana”. Es lo que en esa actividad se conoce como diferencial de servicio. “Los préstamos y los modelos de compra, en grandes términos, son como commodities, pero la cercanía, la escucha al cliente y estar en el canal con la solución que requiere para resolver los problemas hace la diferencia entre las empresas que compiten dentro de un mismo mercado. En esa orientación siempre hay que reinventarse”, finalizó.