“La enuresis (hacerse pis en la cama) conlleva consecuencias físicas y emocionales tanto para el niño como para los padres, hermanos y abuelos, que tienden a ser más severas mientras el niño crece sin solucionar el problema”, advierte en una entrevista con Télam la doctora Edurne Ormaechea, uróloga infantil del Hospital Italiano. Ella está a cargo del Centro de Incontinencia Urinaria y Fecal Infantil (Ciufi) y es asesora de la organización “Basta de pis en la cama”.

Por estos motivos es importante que los padres consulten con un médico especialista para un correcto diagnóstico y un tratamiento adecuado para controlar el síntoma, subraya.

La enuresis nocturna es la micción involuntaria e inconsciente durante el sueño, que los chicos no pueden controlar. Se considera que un niño es enurético cuando moja la cama durante la noche, a una edad en la que el control nocturno ya debería estar presente, a partir de los cinco a seis años.

Durante el día, la vejiga, esa pequeña bolsa que se expande para contener el líquido, se llena gradualmente de la orina que proviene de los riñones. Cuando alcanza su máxima capacidad, empieza a contraerse y envía mensajes al cerebro para decirle que necesita vaciarse. Los niños empiezan a ser conscientes de esta sensación de vaciar su vejiga alrededor de los dos a tres años y gradualmente comienzan a controlar esa urgencia.

La vejiga y el cerebro se comunican de manera tal que el niño se despierta cuando la vejiga necesita vaciarse. Sin embargo, en algunos casos no se emite la señal.

Si bien es común y esperado que aún a los cuatro años tengan accidentes ocasionales y mojen la cama, cuando esto se repite durante la semana empieza a ser un indicador para tener en cuenta. El desequilibrio durante la noche entre el tiempo de producción de orina y de la capacidad de la vejiga es la causa de la enuresis.

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, alrededor del 15% de la población infantil mayor de cinco o seis años sufre enuresis primaria. Los casos de enuresis nocturna primaria consisten en que el niño nunca pudo contener la orina de forma consistente y esto podría deberse a diferentes causas, que deben ser determinadas a través de un diagnóstico realizado por un especialista.

Posibles causas

La condición puede ser debido a la alteración del mecanismo de despertar, alteraciones en la maduración, una vejiga hiperactiva, sobreproducción de orina en la noche (poliuria), deficiencias en la producción normal de hormona antidiurética, enfermedades que pueden estar acompañadas de enuresis. Se trata de una condición heredada genéticamente o bien acontecida por causas psicológicas. Lo que se debe saber es que esta condición repercute tanto en la calidad de vida del niño como en la de toda la familia.

También existen opciones válidas de tratamiento cuando el síntoma persiste en la edad escolar, tales como medicación para reducir la producción excesiva de orina durante la noche (desmopresina), medicación para aumentar la capacidad vesical y reducir la contractilidad excesiva (oxibutinina) y alarmas de enuresis que solas, o en combinación con medicación, enseñan al niño a reconocer el momento en que se moja y a inhibir la micción.

En todos los casos, es importante que se inicie y complete el tratamiento de acuerdo con las indicaciones del médico.