Pocos días antes de que la Argentina celebrara el Bicentenario de su independencia, en el hall del aeropuerto Jorge Newbery, de Tucumán, sorprendió la obra de la artista plástica Nora Iniesta, premio Konex 1992. Se trataba de la reproducción en escala (mide 1,80 metro de alto por 2,50 metros de largo) de la fachada de la Casa Histórica, que Iniesta construyó usando como material piezas de plástico encastrables, de esas con las que juegan los chicos. Todo un homenaje, a la Patria y a la infancia.

El registro gráfico

Ahora Iniesta ha publicado “1816 Bicentenario 2016”, el libro en el que da cuenta del proceso de construcción de la que llama “la casita de mis sueños tempranos, esa, la misma tantas veces dibujada en cuadernos de escuela y en carpetas de dibujo, de columnas trenzadas que hacían más difícil el trazo...”.

“El arte de jugar”

Bajo este título el libro incluye un texto de Canela (Gigliola Zecchini), la famosa conductora de TV, periodista cultural, escritora y editora, que describe: “ha sido un trabajo de ingeniería, diseño, tecnología e imaginación (...) para el que se emplearon 90 días y unas 30.000 piezas”.

El libro, profusamente habitado por imágenes, ofrece una reseña histórica de la casona de doña Francisca Bazán de Laguna y registra también el encuentro que la autora mantuvo en agosto del año pasado con alumnos del nivel primario de la ciudad de Alderetes (la más próxima al aeropuerto), a los que ella describe como “quienes son el futuro”.