La premiación de los Oscar del año 1985 tuvo una historia muy particular. Entre los nominados a las estatuillas, se encontró un perro húngaro, en la categoría "Guión", por la película “Greystoke: la leyenda de Tarzán, el rey de los monos”. La historia de esta particular nominación, no se debió al trabajo que haya realizado el animal en el film o porque haya emocionado al público con su tierna mirada, si no porque su dueño debió ceder los créditos y decidió ponerlos a su nombre.

Robert Tawne, era el responsable de P. H. Vazak, el perro nominado al Oscar. Tawne fue el encargado de escribir el guión de la película "Greystoke: la leyenda de Tarzán, el rey de los monos” pero los problemas que tuvo con Warner Bros. (productores de la película), lo obligaron a tomar una decisión. 

La compañía de cine modificó el libreto original y terminó desviando la historia inicial de la película. Su escritor protestó por los cambios y exigió que la letra original se registre a nombre de su perro, quien fue su compañero fiel durante el desarrollo. El can terminó fue nominado por el mejor "Guión Adaptado" pero lamentablemente no lo ganó. El premio quedó en manos de Peter Shaffer, autor de Amadeus.