La relación entre Donald Trump y su esposa Melania es un gran llamado de atención para la prensa desde el momento de la asunción presidencial, ya que las actitudes del magnate se conviertieron en un foco para la opinión pública. La última fue en el aeropuerto internacional Palm beach en Florida, cunado su mujer le dio la mano y él se la soltó.

La pareja había llegado a Florida para pasar el fin de semana en el complejo residencial privado Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump, y ver el Super Bowl el domingo, uno de los eventos más convocantes del año en Estados Unidos, según reprodujo Clarín.

Venían de la mano, cuando Donald Trump repentinamente soltó a su esposa para aplaudir. Cuando ella intenta volver a tomar a su marido, le da dos palmadas y luego la suelta. Y así los pedidos de explicaciones empezaron a correr por todas partes.

De acuerdo a los expertos consultados por numerosos medios de Estados Unidos, el comportamiento de Trump tiene un objetivo claro: presentarse como un "presidente alfa". En otras palabras, un macho alfa que gobierna.

Según los especialistas, es una costumbre normal para las parejas presidenciales mostrarse como un sola unidad, pero en este caso el mandatario parece romper con esta tradición para imponer otra: el poder es solo mío, según informó Clarín.