Desde ayer, Jesucristo está de vuelta en el Salón de la Jura de la Casa Histórica. Tras varias idas y vueltas, el crucifijo que había sido retirado de la habitación más importante del museo, regresó a sus muros.

Desde ayer a la tarde, el crucifijo vuelve a presidir el salón en el que los congresales declararon la independencia en 1816.

Había sido retirado el 23 de agosto del año pasado. Lo habían reemplazado por la proyección de un escudo nacional.

El argumento de la directora del museo, Patricia Fernández Murga, era que no existe evidencia histórica que confirme que, durante las sesiones del Congreso, había un crucifijo en las paredes.

Esta decisión había generado molestias en distintos sectores. Vecinos y practicantes de la fe católica habían reclamado que el crucifijo fuera repuesto en su lugar. Esto ocurrió finalmente ayer.