Quienes lo atravesaron, afirman que no hay dolor más profundo que el fallecimiento de un hijo. Esa ruptura de una ley de la vida (se entierra antes al de mayor edad) enfrenta a los deudos a un desafío supremo: superar el desgarro y seguir adelante o derrumbarse y dejarse caer al pozo de la depresión.

“Belleza inesperada” trabaja sobre esa alternativa. La nueva película de Will Smith se centra en la tragedia de Howard Inlet, un exitoso ejecutivo de publicidad en Nueva York cuya hija muere, lo que lo lleva a aislarse del mundo. “No le importa si pierde todo lo demás”, afirma Kate Winslet en el filme para describir su situación. Ella integra un grupo de amigos que se desvelan para sacarlo de su estado. Lo hace escribiendo tres cartas sin destinatario físico real, que arroja al buzón: las dirige al amor, al tiempo y a la muerte, los que se corporizan en Keira Knightley (se define como el tejido de la vida y la razón de todo), Jacob Latimore y Helen Mirren, con los que establece una especial relación a partir del impulso de quienes lo rodean.

El filme se estrenó en Estados Unidos en el marco de la Navidad, con un guión acorde a esa época de fuerte carga sentimental y con la decisión de Smith de alejarse de las películas de acción y volver la mirada a las que se tiñen de color humano.