Marco Ruben había hecho un gran partido hasta que vio la roja. Cargado de impotencia luego del 4-3 que marcó Iván Alonso para River, el delantero de Rosario Central le pegó un criminal codazo a Lucas Martínez Quarta, cuando faltaban algo más de cinco minutos para el final.
Ruben había puesto en ventaja al "Canalla" con un golazo y había sido uno de los mejores del equipo rosarino. Sin embargo, a Patricio Loustau no le quedó otra que mandarlo a las duchas cuando los dirigidos por Eduardo Coudet buscaban el empate.
Marco Ruben había hecho un gran partido hasta que vio la roja. Cargado de impotencia luego del 4-3 que marcó Iván Alonso para River, el delantero de Rosario Central le pegó un criminal codazo a Lucas Martínez Quarta, cuando faltaban algo más de cinco minutos para el final.

Ruben había puesto en ventaja al "Canalla" con un golazo y había sido uno de los mejores del equipo rosarino. Sin embargo, a Patricio Loustau no le quedó otra que mandarlo a las duchas cuando los dirigidos por Eduardo Coudet buscaban el empate.