“Soy músico de siempre; antes produje y compuse para otros, escribía letras; ahora lo muestro”. Lo dice Benjamín Amadeo, joven veterano de la tele con ”Casi ángeles”, “Sres. papis” y “Tu cara me suena”, entre muchas otras, y del cine (“Un novio para mi mujer”).
“Lo más fuerte que hice en mi vida es este disco. Fue la culminación de una espera de 33 años de ideas, de muchos sentimientos, expectativas y miedos. Y fue el nacimiento de un proyecto para toda la vida, un cambio de piel muy necesario. Me gusta sentir que el estado anterior era insostenible, incontrolable; el de ahora es el más deseado”, subraya en LA GACETA, adonde vino a presentar su primer CD, “Vida lejana”.
- Con edición de Sony Music y producción, entre otros, de 3Música, son 12 canciones con letra y música tuyas. ¿Cómo son las repercusiones?
- Maya Angelou dice que el éxito es agradarte, hacer lo que te gusta y como te gusta. Estoy haciendo el disco que quiero, de la manera que quiero, sin olvidarme del público, pero sobre todo sin olvidarme de mí. Es un disco que se ha desprendido de mí.
- ¿Cuál es la temática?
- Habla del aprendizaje; escribo siempre más cerca de la reflexión que de la memoria, es decir, hablo de lecciones. En esta etapa de mi vida la manera más honesta de conectarme conmigo y con el público es decir y decirme la verdad sobre las cosas que me han pasado.
- Se escucha pop, balada y funk. ¿Definís género o estilo?
- Para mí el género ya no existe más (síntoma claro de la cultura de posmodernidad). El disco tiene una variedad de estilos y las canciones no se parecen entre sí. Tiene que ver con la música que consumo, es decir la que me emociona. Si es cumbia, cuarteto o death metal y me moviliza, ya se queda en mi playlist interna.
- El arte de tapa muestra tu cara con cicatrices doradas...
- Emula la técnica de alfarería japonesa kintsugi, según la cual a las cicatrices no hay que esconderlas sino embellecerlas. Los objetos de porcelana dañados se reconstruyen con oro. Responde a que las canciones son como cicatrices para enorgullecernos.
- ¿Cómo se lleva el actor con el músico?
- Creo que soy productor de mis ideas y ahora es el músico el que manda. El actor es su mejor amigo porque colabora para la felicidad del músico. Son hermanos. El músico es el que tenía que salir, es el que está recorriendo el país con la música, que es la mejor excusa para conocer. El actor es su aliado, y viceversa. No es un capricho o un desquite. Son dos profesiones que pueden convivir.
- ¿Hay propuestas actorales?
- Seguro; hay propuestas para 2017, amo la televisión. Pero lo que más me interesa es que ahora arranca algo que es para toda la vida, con conciertos y giras. Vendremos a Tucumán a tocar y el actor va ayudar y a potenciar. Se trata de disfrutar, en base a un proyecto, y ya lo estoy haciendo.
- ¿Qué opinan tu familia y tus amigos?
- Cuento con la incondicionalidad de mis afectos. Son mi raíz y le doy mucha importancia a lo que piensan; trato de que intervengan y me critiquen. Por suerte cuento con mucha gente que me quiere mucho; es objetiva conmigo y no me perdona todo. Es muy importante.
- ¿Cómo te llevás con el público desde este nuevo escenario?
- Disfruto del contacto. Tras 15 años en el espectáculo, me ha ido muy bien y mi carrera ha florecido. Eso le da sabor a que ahora se celebren mis canciones. Es muy halagador y me genera una responsabilidad. Es el mejor combustible.
- “Vida lejana”. ¿Acaso no es la tuya?
- Es un concepto inventado. Me gustan las dos palabras juntas, tienen música. Nunca estuvieron tan cerca. El concepto apareció cuando escribía la última canción del disco, y es una manera de pararse frente a uno mismo para recolectar lecciones. La última canción es la única que habla del futuro. Me gusta creer que toma forma de mantra o de rezo. Es pedir que siempre vuelva el amor. Es una forma de mirarse para aprender.
Dice el estribillo:
“Vivo la vida lejana; muero por una señal que brille más cuando confundimos libertad con soledad”.