Quedó demostrado. Las clases terminadas relanzaron el “mamá, estoy aburrido”. Pero proponerles armar entre todos -hijos y amiguitos- adornos para poder decorar el arbolito el fin de semana que viene generó gran entusiasmo. Macarena Cárdenas Ypa (mamá, teacher, guía en el Museo Miguel Lillo de Ciencias Naturales, repostera, artesana... entre muchas otras cosas) logró que los chicos se quedaran felices y tranquilos el par de horas que duró la nota... y que después siguieran.
No importó el calor de la siesta: Hipólito, Francisca y Margarita -hijos de Macarena-, junto con Gerónimo y Bernabé, su amigos, se sentaron ansiosos alrededor de la mesa.
Materiales
Sobre la mesa, pelotas de telgopor, plasticola repartida en cuenquitos (“es mejor que la voligoma, porque tarda más en secarse”, destaca Macarena), brillantina, lentejuelas de diferentes formas, alfileres (“de cabeza grande, para que no se escapen las lentejuelas”, añade la teacher), un ovillo de tanza (“es el hilo que usan los pescadores”, explica), agujas de coser lana, que apenas pincha... “Tomen; un platito y una pelotita para cada uno”, les dice. Y la magia empieza. Todos la miran. “Con los ‘deditos pintores’ (expresión que le quedó des sus tiempos de maestra de inglés en un jardín de infantes) vayan cubriendo partes de la pelotita con plasticola; después, elijan la brillantina que les guste y le ponen color”, invita.
“Yo quiero la fucsia”, pide Margarita. “Yo roja, que es mi color favorito”, reclama Gerónimo.
Hipólito, que ya es “grande” (tiene 10) hace silencio y trabaja, muy serio, con diseño. Primero cubre de colores ambos polos; luego, dibuja formas con las lentejuelas rojas. Y de paso ayuda a los más chicos. “¡Para que no se mueven las pelotitas, les hagamos patitas”, propone -ahora sí, con una gran sonrisa- y, con tres alfileres logra mantenerlas inmóviles en los platos.
Francisca elige plasticola que trae brillantina roja incorporada, y Bernabé va logrando un efecto marmolado de verde y dorado. “Ahora pasame las estrellitas”, le pide a “Fran”. “Vos dame alfileres”, reclama ella.
Lentamente van quedando listas, mientras el aire se va llenando de un aroma dulce. Macarena, que ha ido y ha vuelto a la cocina un par de veces, trae de pronto una fuente de pochoclo recién hecho.
“Pongamos los bolitas a secar - les propone- y armemos las guirnaldas, como las hacen en Estado Unidos”.
Cada chico recibe su aguja y un trozo de tanza; cada uno, sin ayuda, enhebra su aguja. El pochoclo se desparrama por la mesa y ella explica: “busquen las partes blancas y gorditas, que son las más blandas; allí, con mucho cuidado, clavan la aguja y la pasan”.
En un rato, las guirnaldas han crecido y crecido; durante ese rato, milagrosamente, los chicos casi no han dicho ni mu. El tiempo apremia, porque el fotógrafo tiene que partir. Las casi dos horas se han pasado volando. Este fin de semana, dos familias, por lo menos, tendrán en el arbolito adornos hechos por los chicos. ¿No te gustaría sumarte a esta idea?
Bolitas navideñas hechas por los chicos
Materiales: esferas de telgopor (elegir el tamaño según la escala del arbolito), plasticola, brillantina de colores, lentejuelas de formas variadas, alfileres, tanza. Opcional: plasticola con glitter.
Preparación: con tres alfileres hacerles “patitas” a las esferas para que no se mueven. Untar con plasticola un sector de la esfera y espolvorear brillantina; continuar así hasta completar. Adornar con lentejuelas (fijarlas con alfileres), estrellitas, puntitos de plasticola con glitter, etc. Con otro alfiler fijar un lacito de tanza para poder colgarlas.
Otras ideas
Palitos de helado
con un poco de imaginación pueden armar Estrellas, pinitos, coronitas... Son ideales para jugar y crear con los más chiquitos. Témperas, brillantina, cintas, estrellitas, botones... no hace falta añadirles grandes cosas a los palitos y a la plasticola .
Cilindros de cartón
Armar los reyes, ángeles o el pesebre con los centro de los rollos de papel de cocina. Tijeras, pegamento y papeles par los “atuendos” (las coloridas páginas de una revista sirven. También pueden ser retazos de tela, cintas... Alfileres con cabezas de color y botones, para los ojos; para el pelo, “rizos” de papel con el filo de la tijera...