Tom Perry y Suleman Al-Khalidi - Agencia Reuters
BEIRUT/AMMÁN.- En la víspera de la victoria electoral de Donald Trump, miembros de un grupo rebelde sirio respaldado por Occidente se reunieron con funcionarios estadounidenses, para conocer cuáles son las perspectivas de los envíos de armas que han recibido para luchar contra el presidente, Bashar Al-Assad.
Se les dijo que el programa continuará hasta fin de año, pero más allá de eso dependerá del próximo gobierno, comentó un rebelde presente en la reunión.
Cuando Trump asuma el poder el 20 de enero, los envíos podrían terminarse. Declaraciones del mandatario electo ya indicaron que mantendrá una oposición al apoyo a los insurgentes y una revisión de la política sobre Siria.
Los programas de ayuda militar supervisados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) han dado armas y entrenamiento a rebeldes sirios moderados en coordinación con Turquía, Arabia Saudita y Qatar, entre otros.
Fueron clave en el apoyo a los rebeldes en momentos en que surgieron grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda como fuerzas importantes en una guerra de casi seis años.
Funcionarios estadounidenses declinaron comentar sobre reuniones con grupos rebeldes y anteriormente tampoco hablaron de los programas de la CIA por ser un tema clasificado.
Abandonados
Pero Trump ha indicado que podría abandonar a los rebeldes para centrarse en la lucha contra Estado Islámico (EI), que controla partes del este y centro de Siria.
Incluso, trascendió que Estados Unidos podría cooperar con Rusia, el aliado más poderoso de Al-Assad, para enfrentar al grupo extremista yihadista.
El presidente sirio dijo en una entrevista esta semana que Trump sería un “aliado natural” si decide “luchar a los terroristas”, como el presidente sirio define a los rebeldes opositores a su gestión.
Los rebeldes ven el lado positivo. Dicen que el respaldo a través de los programas de Washington ha sido inadecuado y esperan que un Estados Unidos aislacionista brinde a los estados regionales más libertad, permitiendo a los sauditas entregar los misiles antiaéreos que el presidente, Barack Obama, vetó.
El futuro
El oficial rebelde dijo que no hubo contacto con funcionarios estadounidenses desde la victoria de Trump. Pero si el apoyo de Washington termina y “se levanta este veto”, eso sería un buen resultado, añadió. Si Estados Unidos abandona a los rebeldes, su futuro militar dependería del respaldo de Arabia Saudita, Qatar y Turquía. Funcionarios de esos países no pudieron ser ubicados para realizar comentarios sobre su apoyo a los rebeldes. (Reuters)