Una joven de 19 años que viajaba en el asiento trasero de un taxi le apoyó un candado en la nuca al chofer para hacerle creer que tenía un arma de fuego. Al principio el hombre le creyó y le entregó el celular y la recaudación. Sin embargo, al advertir el engaño, la redujo y la llevó hasta la comisaría 4°. Allí la asaltante quiso escapar corriendo, pero fue reducida por los policías a 30 metros de la seccional.