1- Hay tiempos verbales que de poco sirven en el fútbol. Imposible saber qué habría pasado si el gol de cabeza en evidente off side de Lechner -que rompió el cero- no hubiera sido convalidado. Lo cierto es que ese grosero fallo arbitral (responsabilidad del asistente número uno) fue el puntapié inicial de la debacle de San Martín, que así pasó de casi irse en ventaja al entretiempo a quedar 0-1 abajo apenas iniciado el complemento.

2- El “Santo” tuvo 10’ fatales en Garupá. Pagó un altísimo precio por no saber sobreponerse pronto a ese gol viciado de nulidad. Seis minutos después vio la roja Dip por una falta sobre el habilidoso Molina y 120 segundos más tarde, la figura del encuentro, el extremo Méndez tuvo tiempo para hacerse un picnic en el área del visitante: Y, claro, asunto más que liquidado.

3- Pese a que Crucero también se quedó con 10 un rato después, esta vez San Martín no mostró reacción anímica. A la inversa de lo sucedido en partidos anteriores, nunca dio la sensación de que podría llevarse a Crucero por delante para conseguir el descuento primero y el empate después. Los circuitos futbolísticos, bien en el primer tiempo, dejaron de conectar en el segundo.

4- Si de boxeo se tratase, podría decirse que en el primer tiempo el “Santo” fue claro vencedor por puntos. Pero le faltó “punch” para noquear a su rival. La más clara fue ese remate suave y desviado de Lentini tras una buena cesión de García, cuando se extinguían los primeros 45’. Antes también había estado cerca Rodríguez en dos oportunidades, con una volea y un disparo bien neutralizado por el lateral Sotelo

5- Lo mejor de San Martín en las afueras de Posadas se vio en esa primera etapa, sobre todo con la pequeña sociedad que conformaron por izquierda García, Bucci y Rodríguez, a la postre el más destacado de la visita. Con toques cortos, desnivelaron a una defensa que no hacía pie. No dio réditos porque a la hora de definir no hubo ni fiereza ni justeza. Y algunas veces los “santos” pecaron por algún pase de más

6- En el haber del equipo de Cagna habrá que marcar que desde el inicio se plantó: no le cedió la iniciativa a Crucero. En el debe, el desorden cuando se buscó la hazaña. Los ingresos de Acosta y Quiroga tal vez se demoraron demasiado, el DT no pudo o no supo encontrar respuestas desde el banco. Por eso no sorprendió que en el epílogo, Ostrowski diera forma a un resultado abultado.

ANALISIS

Reprobó el examen que parecía más sencillo

Marcelo Androetto - Especial para LG Deportiva

No empezó bien la primavera San Martín. Lejos de ser una plácida excursión del día de los estudiantes, el viaje hasta Misiones se convirtió en un examen reprobado.

Hay derrotas que duelen más que otras. La sufrida por el “Santo” ante Crucero debe inscribirse en las primeras: porque a diferencia de sus rivales de arranque en la B Nacional, el “Colectivero” era el colista y estaba igual o más necesitado que el conjunto de Cagna de cantar victoria.

Cuando San Martín jugó relativamente bien, se mostró livianito arriba (Ramón Lentini sigue en deuda en la actual categoría). Y cuando se le quemaron los papeles, no supo reencauzar el guión de una película que, por como se dieron las cosas, terminó siendo de terror.

Como esos estudiantes reincidentes, el “Santo” se sigue llevando la materia de su primer triunfo, ahora a Tucumán. Si bien el torneo es largo, el último lugar en los promedios no hace augurar unas vacaciones de verano fáciles. El domingo tendrá una nueva oportunidad de aprobar, curiosidades del destino, ante Estudiantes de San Luis.