Todo comenzó con una denuncia realizada por padres de alumnos de la escuela secundaria Domingo Savio. Los adultos le habían avisado a la Policía que al lado del establecimiento, ubicado en calle Don Bosco al 1.800, se les vendía drogas a los estudiantes cuando salían de clases.

Por orden del juez federal Fernando Poviña, un grupo de policías de la Digedrop, a cargo del comisario Jorge Nacusse, se presentó en ese lugar el viernes con el fin de realizar una vigilancia encubierta. No pasó mucho tiempo hasta que observaron cómo funcionaba todo: los jóvenes se acercaban a una vivienda ubicada a la par de la escuela y por un pasillo aparecían los “transas” con la mercancía lista para la venta.

Ese mediodía, cuando los policías vieron salir a una persona de esa casa, que les repartía pequeños envoltorios a los jóvenes, se acercaron y lo requisaron: le encontraron siete “bochitas” de cocaína. En ese momento, el joven de 18 años fue llevado detenido y la Justicia Federal impartió la orden de que se allanara ese domicilio, ubicado al final del pasillo lindero con la escuela.

En esa vivienda los policías atraparon a “El Trillizo”, de 27 años, quien ya tiene antecedentes por vender drogas. Fuentes de la fuerza informaron que en esa casa secuestraron un total de 100 gramos de cocaína, la suma de $ 30.370, tres teléfonos celulares, una balanza de precisión de bolsillo con restos de cocaína, un cuchillo también impregnado con droga, un revólver calibre 22 y ocho proyectiles.

Además, dentro de la vivienda había una motocicleta marca Skua que tenía pedido de secuestro por la causa robo agravado.