BUENOS AIRES.- Independiente, con la valiosa ventaja de haber ganado en la de ida como visitante por 2-0, recibía a Lanús para simplemente concretar la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Y lo logró, fue 1-0 en Avellaneda para dejar el pasaje directo en casa y ser rival de Chapecoense en la pròxima instancia.

Independiente entró a jugar con la tranquilidad de los goles de visitante conseguidos en Lanús y así se mantuvo a lo largo de los 90'.

El "Granate" repitió errores y se enredó con esa paz del Rojo, mucho más cuando Benítez le acertó al arco, cerca del final de la primera etapa.

Ese fue el tiro de gracia para Lanús y la tranquilidad total para Independiente, que debía sufrir una verdadera desgracia para que se le escapara el pasaje a octavos.

Los 45 minutos finales casi que estuvieron de más. De hecho sólo sirvió para lamentar la bronca de Lautaro Acosta, el delantero de Lanús que al parecer no se bancó la derrota y al finalizar el encuentro causó un revuelo.