Daniela Milhein y su ex pareja Alejandro González iban a conocer sus sentencia ayer. Estaba previsto que por la mañana comenzaran los alegatos y que más tarde se conociera la resolución del tribunal. Sin embargo, la ausencia de la imputada demoró todo. Según explicó la defensa, la mujer está internada en el hospital Padilla por un problema en una de sus piernas.

“El jueves 11, una ambulancia la fue a buscar a su domicilio para trasladarla al hospital Padilla”, anunció ayer la defensora oficial Mónica González de Escobedo en cuanto se abrió la audiencia. La noticia truncó la exposición de las conclusiones finales de las partes, prevista para el martes. Entonces los jueces de la Sala I (Pedro Roldán Vázquez, Alfonso Zóttoli y María Alejandra Balcázar) ordenaron que un médico forense del Poder Judicial se trasladara al hospital para constatar el problema de salud de Milhein.

Más tarde, cuando regresó el médico forense Rodolfo Lobo, comunicó que el diagnóstico de la imputada era una trombosis venosa profunda. “Requiere un tratamiento de anticoagulación. Hoy presenta un cuadro parcialmente estable”, informó Lobo. En ese sentido, estimó que en el transcurso de la semana ya estaría en condiciones de regresar al juicio, luego de que se le realice una serie de estudios.

Ante ese informe, el tribunal resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el viernes, con la esperanza de que ese día pudiera estar presente Milhein. Si bien son dos los imputados, es imprescindible la presencia de ambos para continuar con el debate. En caso de que la mujer tenga el alta médica, ese día se escucharán los alegatos del fiscal de Cámara Carlos Sale, de la querella (representada por los abogados Germán Díaz, Belén Lembo y María Rosa Ponce, de la Fundación María de los Ángeles) y de la defensora oficial. Posteriormente, se conocería la sentencia.

Ambos imputados están acusados de los delitos de privación ilegítima de la libertad, agravada por la minoría de edad de la víctima; promoción de la prostitución de una menor de edad, agravada por el uso de violencia y amenazas; y promoción de la corrupción de menores agravado por el uso de violencia y amenazas, todos ellos en concurso real en calidad de coautores.

Según la acusación formulada por la fiscala de Instrucción Adriana Giannoni, ambos secuestraron a una jovencita de 16 años (F.M.) en mayo de 2002. La víctima fue llevada a tres casas, donde la obligaron a consumir drogas y ejercer la prostitución a lo largo de siete meses, aproximadamente. Su caso se conoció públicamente durante el juicio por Marita Verón, donde F.M. declaró como testigo, ya que aseguró haberla visto en una de las propiedades de Milhein. En ese mismo juicio, Milhein y González fueron condenados a 18 años de prisión, pero ambos permanecen en libertad porque la sentencia todavía no está firme.